El comercio electrónico transfronterizo (crossborder) de empresa a consumidor (B2C) superará el billón de dólares estadounidenses para 2024.
Por Carlos O’Rian Herrera, CSO y fundador de Fira on Live
El comercio electrónico transfronterizo (crossborder) de empresa a consumidor (B2C) superará el billón de dólares estadounidenses para 2024, mientras la modalidad de empresa a empresa (B2B) es cuatro o cinco veces mayor.
Crossborder: traspasar fronteras con el eCommerce
Actualmente el eCommerce representa un mercado global de 3,5 billones de dólares, y alrededor de 700 millones de esas compras se realizan a través de las fronteras.
No resulta extraño, entonces, que los volúmenes de entrega de paquetes internacionales se triplicaron desde 2000.
Más aún: el comercio electrónico y las nuevas tecnologías podrían impulsar el comercio de productos manufacturados entre seis y 10 por ciento en la próxima década.
Ya no es necesario ser una empresa multinacional grande y bien capitalizada para competir a nivel mundial. Gracias a plataformas digitales como Alibaba y Amazon, incluso los pequeños empresarios pueden conectarse directamente con clientes y proveedores de todo el mundo, transformándose en «micro multinacionales».
Hoy en día, una tejedora en África puede encontrar clientes para su trabajo en Europa publicando fotos en Etsy: El 30 por ciento de las ventas en este mercado en línea de obras de arte y artesanías ahora son transfronterizas.
En Pinkoi de Taiwán, 20,000 artistas y diseñadores independientes ofrecen sus productos en línea. Amazon alberga dos millones de vendedores y Alibaba proporciona una plataforma digital para 10 millones de comerciantes. Facebook estima que 50 millones de pequeñas empresas están en su plataforma, frente a 25 millones que había en 2013. En promedio, el 30 por ciento de sus seguidores son de otros países.
La famosa aldea global hoy está más viva que nunca en la era digital.
No solo las empresas se benefician, las personas en todas partes también lo hacen. Los flujos digitales empoderan al usuario al proporcionar nuevas formas de aprender, colaborar y trabajar. Se estima que 400 millones de personas publican sus perfiles profesionales en LinkedIn y muestran sus habilidades a empleadores en más de 200 países.
A la par, más de 40 millones de personas en todo el mundo registran en plataformas independientes como Freelancer.com, Upwork y sitios en otros países con nombres diferentes pero propósitos similares.
Esta globalización del siglo 21 potencialmente presagia algunos cambios geopolíticos, a medida que los países redefinen sus roles en la economía global. Estados Unidos, durante mucho tiempo un motor de la demanda global de bienes importados por parte de los consumidores, es el principal productor mundial de plataformas y contenido digital.
En la versión del siglo 20 de la globalización, Estados Unidos a veces estaba en desventaja porque no siempre podía competir con los bajos costos laborales en otros lugares. Pero la nueva versión juega con sus puntos fuertes en tecnología e innovación; en todas las regiones del mundo, excepto en Europa, Estados Unidos representa hoy más del 50 por ciento del contenido en línea consumido.
Al mismo tiempo, esta nueva era ofrece mayores oportunidades para las economías emergentes, que a veces se quedaron atrás en la ola anterior. Las empresas con sede en países en desarrollo pueden hoy superar las limitaciones en sus mercados locales y conectarse con clientes, proveedores, financiamiento y talento globales como nunca ocurrió antes..
Los ganadores serán los bien conectados y los alfabetizados digitalmente. Los países más conectados digitalmente están cosechando los mayores beneficios de los flujos globales. Eso significa que la inversión en infraestructura, educación y capacitación son más importantes que nunca.
Para las empresas, los países y las personas de todo el mundo, los flujos digitales generan grandes oportunidades. El eCommerce es un sector en pleno desarrollo en América Latina.
Ahora, los cinco países con mayor facturación online, donde aparece Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España, consideran que se trata de una oportunidad de mercado única pero que requerirá adecuar la gestión del retail en línea.
El idioma y la adecuación al mercado resultan muy relevantes. Esta característica no se limita a una traducción textual de características del producto y condiciones de ventas, sino a realmente “tropicalizar” al mercado meta con las connotaciones propias de los regionalismos, creencias, costumbres y necesidades. Es hablar el mismo idioma y todo lo que esto implica.
Entender el comportamiento de los consumidores y la competencia local, en sí, permitirá tener una estrategia de entrada efectiva.
Otro aspecto que debe considerarse en el crossborder son los pagos, pues en cada país tiene variaciones importantes. Por ejemplo, en Alemania aún prefiere el pago con transferencia para evitar dar el número bancario, mientras que en Reino Unido el 75% de las compras se hacen con tarjeta de crédito o débito. En el país que se desea vender ¿qué preferencias se tienen y por qué? Incluso el eCommerce que desee atravesar fronteras deberá enfrentar diversos problemas en naciones no bancarizadas.
No puede soslayarse el importante rol de los marketplaces. Estas plataformas tecnológicas tienen distintos grados de predilección por países. En Europa, por ejemplo, mientras Amazon, eBay y Google Shopping tienen más protagonismo en Europa, otros como Rakuten y Zalando dominan en Alemania, Not On The High Street o Etsy lo hacen en Reino Unido, así como Price Minister tiene mayor penetración en Francia.
La popularidad de cada uno de estos sitios es en función del tipo de cliente y producto debe evaluarse previamente.
Los métodos de envío son parte fundamental del comercio en línea transfronterizo. El análisis logístico debe considerar las variaciones en costos de destino así como los tiempos de entrega.
A medida que el floreciente mercado de paquetería transfronteriza se vuelve más sofisticado, los segmentos especializados probablemente superarán al mercado general en crecimiento.
