Omnicanalidad: ¿Cómo está beneficiando al retail la hiperlocalización?

Hiperlocalización es el proceso de seleccionar los productos en función de las características específicas de los clientes de una zona. Y es que las necesidades del cliente nunca son las mismas y el producto favorito de un segmento de clientes puede ser exactamente el contrario de lo que otro grupo demanda o consume.

“Por eso es capital realizar una investigación cualitativa para determinar quienes son los clientes, qué es lo que necesitan y cómo proporcionárselo. Y los retailers que lo consigan podrían aumentar su facturación”, señala Guiomar Fernandez de Beabloo.


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Para ello, destaca la compañía tecnológica experta en el desarrollo de soluciones omnicanal para personalizar la experiencia del cliente, es necesario realizar un análisis del consumidor que permita entender las necesidades de los clientes de un país, una ciudad, o incluso un barrio. Este estudio del cliente va desde gustos personales hasta características étnicas o culturales; un análisis del consumidor más profundo y exacto que la mayoría de los estudios de mercado.

Hoy en día, todavía hay muchas empresas que no están hiperlocalizando. Eso significa que están diseñando y dirigiendo sus productos a través de una segmentación basada en parámetros amplios. “Asumen que los gustos o características de los clientes de una zona serán muy similares a los de otra y que, por lo tanto, los productos tendrán el mismo impacto. Y cuando esto no sucede es cuando tratan de cambiar la estrategia sobre la marcha, con el correspondiente efecto negativo en su negocio”, recuerda Fernández.

“Sin embargo, hoy en día, los grandes comercios minoristas apuestan por la hiperlocalización. Empresas como Zara son famosas por tener diferentes surtidos de ropa en cada una de sus tiendas a lo largo del mundo. La marca realiza una estrategia hiperlocalizada no solo en la venta de sus productos, sino en el mismo diseño. Gracias a la información que recoge en sus tiendas, no solo de ventas, sino también de interés, es capaz de adaptar sus productos a las necesidades del cliente, creando piezas de ropa según los gustos y modas de la localidad. Y todo ello gracias al big data”, añade.

El dato es la gasolina de la hiperlocalización. Recoger la información de los clientes de una forma respetuosa con su privacidad e interpretarla para extraer conocimiento es lo que permitirá realizar un segmento de perfiles, diseñando así los productos que cada uno de ellos necesitan. Posteriormente solo queda seleccionar los productos adecuados, llevarlos a las tiendas correctas y difundirlos de la forma correcta.

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