Según la publicación del portal News ESEuro
La superación de la pandemia y la necesidad de controlar el gasto por el incremento generalizado de costes ha desplomado la omnicanalidad en el consumo masivo a costa de aumentar las ventas en tiendas físicas. Del VII Observatorio del Comercio Electrónico de Alimentación, elaborado por la Asociación Española de Distribuidores, Supermercados y Supermercados (Asedas) en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid, se extrae que los consumidores denominados mixtos han disminuido un 6% , cuando el año pasado estaban en auge con un crecimiento del 2,6%; los online han bajado un punto porcentual, en 2022 solo registraron un crecimiento del 0,16%; y los offline han sido los que más han crecido con un 7% más.
“Muchos consumidores mixtos y online han ido a comprar a la tienda física para controlar sus gastos y por la calidad del comercio local les será difícil volver”, explica María Puelles, profesora de Marketing e Investigación de Mercados de la Facultad de Ciencias. Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. De hecho, el 90% de estos consumidores aseguró en 2022 que seguiría comprando online, pero hoy el 21% de ellos tiene intención de abandonar la compra online o ya la ha abandonado.
El abandono de la omnicanalidad se manifiesta con una disminución de la frecuencia de compras del 27% respecto al offline. “Esto se da por la suba de precios que motiva a los consumidores a reducir los gastos del hogar y considerar que online es más caro por los gastos de envío y porque los consumidores online destinan parte de su gasto a restaurantes y otras actividades de ocio”, precisó. Gonzalo Moreno, profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid. Otra característica de estos consumidores es que optan por comprar online solo lo que es más pesado y de mayor tamaño.
También es destacable que el 39% de los encuestados ha abandonado el canal online porque es más cómodo, mejora la experiencia y es más rápido acudir a la tienda física. “Los consumidores quieren ahorrar y se han dado cuenta de que en la tienda pueden oler, tocar y tener las cosas al momento sin tener que esperar, aunque el canal online no debería desaparecer, ya que sigue siendo una solución elegida para productos pesados y voluminosos” , añade María Puelles (Universidad Complutense de Madrid).
El 39% se ha ido online porque offline es más rápido y mejora la experiencia, según el observatorio de Asedas
En cuanto al gasto por compra, este aumentó un 18% en el canal físico, alcanzando los 72,34 euros (debido a la inflación y al aumento de consumidores en este canal). Por su parte, el consumidor mixto aumentó su gasto en la tienda física un 11% con una media de 78,57 euros y lo disminuyó en el canal online un 9%, “centrándose en artículos de conveniencia de mayor peso y volumen”. añade la profesora María Puelles (Universidad Complutense de Madrid). Finalmente, los online aumentan su gasto, un 2%, hasta los 113,94 euros, pero compran con menos frecuencia.
“Las empresas están perdiendo dinero y los consumidores están perdiendo calidad de vida”
gonzalo moreno Profesor Asociado en la Universidad Autónoma de Madrid
Tanto para los consumidores mixtos como online, la opción de elegir los plazos de entrega de sus compras sigue cobrando importancia y el 80% destaca la claridad y plazo de entrega a la hora de elegir el canal online. Por el contrario, han subrayado la necesidad de mejorar la logística inversa de los productos y han señalado la dificultad de apostar por nuevas marcas sin verlas, es decir, “el reto de mejorar la compra online ahora es mejorar la experiencia de marca y la rentabilidad”. ”, en palabras del profesor Gonzalo Moreno (Universidad Autónoma de Madrid). Este factor también afecta al medio ambiente: más del 50% de los consumidores afirma que las compras online afectan al tráfico en las furgonetas de reparto.
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