Las empresas deben ajustarse a un consumidor altamente digitalizado, las empresas están siendo desafiadas a ajustarse a un consumidor hiperdigitalizado, según Marcos Pueyrredon, presidente del eCommerce Institute. El comercio electrónico ha evolucionado hacia una forma más humana y multicanal.
En América Latina, el comercio digital ha experimentado un impulso antes, durante y después de la pandemia. Países como México, Colombia, Brasil y Argentina han alcanzado tasas de penetración digital superiores al 10%, tanto en modelos B2B como B2C.
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En Colombia, la penetración digital está en torno al 13%, impulsada por la aceleración durante la pandemia. Pueyrredon enfatiza que esta transformación también ha afectado hábitos más allá del consumo, como la educación, el entretenimiento y las relaciones personales.
La adaptación de las empresas a esta era digital se ha convertido en un darwinismo digital, donde sobrevivir requiere una adaptación al consumidor hiperdigitalizado. La pandemia ha cuestionado paradigmas tradicionales, como la importancia de la tienda física. Pueyrredon sostiene que el mundo online necesita del offline para resolver las operaciones, y capacitar al capital humano es esencial para que las empresas se ajusten eficazmente.
Las categorías más fuertemente afectadas por la digitalización son electrodomésticos, línea blanca y línea marrón, indumentaria, moda, accesorios y decoración del hogar. Incluso la industria turística, castigada durante la pandemia, ha logrado un 60% de sus ventas a través de canales digitales.
El cambio entre el comercio electrónico antes y después de la pandemia ha llevado a la desaparición gradual del término «ecommerce», evolucionando hacia el «digital commerce» y el comercio unificado. Con altas tasas de penetración, la integración de canales tradicionales se vuelve crucial para la operación y la sostenibilidad.
La pandemia humanizó los canales digitales, impulsando el uso de plataformas como WhatsApp, Instagram y TikTok. Esto ha brindado una dimensión más humana, colaborativa y conversacional al comercio, lo que ha revitalizado las tiendas físicas.
Las redes sociales actualmente impactan entre el 10% y el 15% de las ventas totales, aunque el canal digital principal sigue siendo la tienda online. Las redes sociales son especialmente relevantes en categorías como moda, donde el impacto es más pronunciado según el público objetivo. Según publica La República
