El Cerebro y la Percepción, ¿vemos el mundo igual?

Mujer observando pantalla digital neuromarketing

Según publica el portal escoeuniversitas.com  El Cerebro y la Percepción, ¿todos vemos el mundo igual?  Al leer este post sobre el cerebro y la percepción, seguramente pensarás que todo aquel que lo haga entenderá lo mismo que tú. Sin embargo, es muy probable que no sea así, que las interpretaciones, o la importancia que cada uno le de a ciertos párrafos o conceptos sean diferentes. Si todos leen el mismo texto, ¿cómo ocurre ésto? Veamos.

¿Qué es la percepción?

La percepción es una de las funciones superiores que realiza nuestro cerebro.

Podríamos decir que es el proceso mediante el cual los individuos eligenorganizan e interpretan los estímulos recibidos para formarse en el cerebro una imagen significativa y coherente del mundo.


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Si elegimos, organizamos e interpretamos los estímulos, forzosamente la percepción tiene que ser selectiva y personal.

Selectividad y atención

Piensa en este momento a qué estás prestando atención. Seguramente a muy pocas cosas. Esto es así porque seleccionamos inconscientemente lo que queremos percibir. Solo percibimos una pequeña parte de los estímulos a los que estamos expuestos. Sería imposible que captáramos todos los estímulos y los interpretáramos. Nuestro cerebro colapsaría.

Gracias a nuestra atención, tenemos una capacidad asombrosa para ignorar determinados estímulos y concentrarnos en otros. La atención es una fuerza realmente poderosa e indispensable en nuestra mente que nos permite separar lo que es importante y significativo para nosotros de lo que no lo es.

Interpretación personal

La selección de determinados estímulos depende de la experiencia anterior de cada uno y las emociones que genera y cómo afecta a sus expectativas y motivaciones en ese momento.

Por lo que cada persona recibe e interpreta los estímulos de manera personal y tal vez única.

El proceso de la percepción

Toda percepción externa es producto, ante todo, de una sensación. Esta sensación, a su vez, es el mecanismo fisiológico por el que los órganos sensoriales, la vista, el oído, la temperatura, el tacto, el gusto, el olfato, etc. captan un estímulo.

No obstante, este estímulo es totalmente neutro, simplemente es captado y transmitido al cerebro y por lo tanto nuestro cerebro necesita darle un significado. Interpretar o dar siginifado es un proceso complejo, que apela, entre otros recursos, a nuestras experiencias pasadas, a nuestros propios mapas mentales, desencadenando una emoción.

Vea también: ¿Qué nos dice la Neurociencia sobre la persuasión?

Esa emoción es procesada para transformarse finalmente en una percepción. Es decir, una interpretación propia con cierto significado. Decir interpretación propia, implica que la percepción de algo puede ser diferente de una persona a otra.

Notemos el papel relevante que tienen las emociones en el proceso. Esto pone de manifiesto y refuerza el concepto de cómo los factores personales inciden en las percepciones.

Veamos el proceso con un ejemplo. Supongamos que vas caminando con un amigo, y al pasar por un lugar las terminaciones nerviosas de tu nariz captan un determinado olor. A través del nervio olfativo ese estímulo llega tu cerebro, éste recurre a tu «archivo de memoria» y rememoras el grato momento con tu abuela cocinando y entonces es cuando le das un significado. Has percibido ese olor de una manera particular y personal. Sin embargo para tu amigo, que caminaba a tu lado, ese olor ni siquiera existió, porque en ese momento estaba atento a su teléfono.

Moraleja

Ya sabemos el papel del cerebro y la percepción, aceptemos esta realidad de la relatividad de los diferentes mundos que puede tener cada uno de nosotros. Examinar, con la mente abierta, las percepciones que otras personas tienen sobre algún asunto, nos enriquece a nosotros mismos y a nuestras relaciones personales y laborales.

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