Microsoft refuerza su panorama publicitario con esta nueva «ficha»

Tecla con el logo de Windows en un teclado de computadora

AT&T cierra finalmente la venta de Xandr, la unidad de tecnología publicitaria de la que llevaba meses intentando desprenderse. Su nuevo propietario es Microsoft, que paga una cantidad no revelada por ella y que precisamente había sido inversor temprano en la compañía cuando todavía se llamaba AppNexus. Ha sido uno de sus clientes más importantes desde entonces y con esta operación suma capacidades en ambos lados del mercado de planificación digital que puede aplicar en diversos productos.

Entre ellos están el navegador Edge, la tienda de aplicaciones de Windows o el buscador Bing. En este último opera una solución nativa de publicidad cuyos anuncios son servidos por Microsoft Audience Network, una red de la que Xandr forma parte desde 2020. Su papel será también relevante en la monetización del nuevo servicio de noticias personalizadas de Microsoft, que prolonga con él una serie de movimientos en torno a los medios que han recrudecido su disputa histórica con Googleesta vez en torno al negocio publicitario que generan esos editores.


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La incorporación de Xandr abre además nuevas posibilidades de monetización en LinkedIn o la consola Xbox. Todo ello en el contexto del final previsto de las cookies de terceros y el reto de articular segmentación publicitaria respetuosa con la privacidad de los usuarios.

Xandr es el nombre con el que AT&T bautizó a la división de publicidad en la que integró AppNexus poco después de comprarla en 2018 por 1.600 millones de dólares. El objetivo de esta operación era crear un negocio publicitario potente asociado a las propiedades de contenidos audiovisuales que la compañía tenía tras haber adquirido Time Warner en 2016, así como operar en un mercado más amplio. La realidad es que nunca llegó a encajar en el conglomerado, en el que acabó siendo fusionada con WarnerMedia el año pasado.

Sin embargo Xandr no formó parte de la segregación de esos activos de cara a su fusión con Discovery,, a la espera de ser vendida por separado. AT&T continúa así su agenda de desinversión en áreas ajenas a su actividad tradicional de conectividad para reducir deuda de cara a nuevos esfuerzos vinculados al 5G, aunque en todo caso esta adquisición tendrá que contar con el beneplácito de los reguladores. Medios especializados señalan que el otro gran aspirante a comprarla era InMobi, plataforma especializada en marketing móvil, y alguna otra empresa había mostrado interés sin concretar oferta.

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