Relaciones sexuales entre humanos y androides, acariciar a la pareja aunque esté lejos, los vibradores conectados a los smartphones o la realidad virtual. El sextech, es decir, la unión entre sexo y tecnología, continúa en una curva ascendente imparable que, según los expertos, seguirá su curso hasta que en varias décadas podamos vivir experiencias que hasta ahora no podíamos ni imaginar.
Este aumento se viene dando desde hace años, pero la verdad es que ha sido 2020 el año en el que el sextech ha empezado a prosperar y a llegar más a los hogares, impulsado, sobre todo, por el confinamiento y las restricciones. Con el distanciamiento social, son muchas las personas que han decidido recurrir a otras alternativas, y en este sentido los juguetes con tecnología punta han sido los grandes triunfadores.
Ese crecimiento ha sido recogido en el último informe de la consultora Juniper Research, en el que la misma asegura que en 2020 se utilizaron alrededor de 35,6 millones de dispositivos digitales destinados al placer. Tal y como destacan desde la entidad, está previsto que esta cifra ascienda hasta triplicarse en los próximos cinco años.
Asia se sitúa a la cabeza en cuanto a sextech
Según subrayan desde Statista, Asia es el país que encabeza esta revolución y es la responsable de aproximadamente un tercio de artículos sexuales con conexión a Internet. No se espera que haya ningún cambio en cuanto a este liderazgo en las próximas primaveras. De hecho, todo lo contrario, en un principio esta región, que seguirá constituyendo un eje primordial de la tecnología sexual, alcanzará unos 37 millones de dispositivos para 2025.
Aunque esta tendencia creciente es compartida por muchos países y cada vez se están rompiendo más barreras y límites en el ámbito de la sexualidad, cabe destacar que en ciertas zonas del mundo sigue habiendo mucho tabú que impide que esta industria explote todo su potencial. Es el caso, por ejemplo, de América Latina, en el que este mercado del sextech está empezando a manifestarse y que va a experimentar el crecimiento más lento de todos.
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