La IA puede representar el 25% del PIB global en las dos próximas décadas

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Según pública el portal ituser.es

La inteligencia artificial puede multiplicar la productividad, al automatizar tareas sofisticadas de análisis, decisión y creación que hasta hace bien poco estaban fuera del alcance de la tecnología. De momento, menos de la mitad de las organizaciones han avanzado en la adopción de la IA.

Menos de la mitad de las organizaciones han avanzado en la adopción de la IA y, las que lo han hecho, se han centrado en incrementar la eficacia y agilidad de los procesos operativos y en mejorar la experiencia del cliente. Estas son algunas conclusiones preliminares del informe Ascendant de Minsait, una compañía de Indra.

Para la directora global de IA en Minsait, Natalia Clavero, “las empresas tienen que vencer sus miedos y apostar por una inteligencia artificial ambiciosa midiendo su impacto y, sobre todo, vertebrándola en casos de negocio”. “Es crítico”, ha añadido, “que apostemos por un gobierno del conocimiento y una IA generativa escalable que permita medir el retorno de la inversión”.


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Gran impacto en la productividad

Minsait estima que la inteligencia artificial va a protagonizar la siguiente gran ola de digitalización de los negocios y la sociedad. Su director de Estrategia e Innovación, Silviano Andreu, ha declarado hoy que la IA “apunta a un futuro de progreso y crecimiento, pues llevará a otro nivel las actividades de conocimiento basadas en la información, impulsará la automatización de las operaciones físicas con tecnologías IoT y abrirá un nuevo espacio de aplicación en el ámbito de los servicios profesionales de mayor creatividad y valor añadido, como el diseño de productos, la ingeniería o el asesoramiento”.

“La IA no va a sustituir al ser humano, si no que se va a configurar como una herramienta complementaria del razonamiento humano”, ha asegurado, “multiplicando las capacidades de individuos, empresas y organizaciones. Este impacto en la capacidad productiva puede representar el 25% del PIB global en las próximas dos décadas, al automatizar tareas sofisticadas de análisis, decisión y creación que hasta hace bien poco no estaban al alcance de la tecnología”.

El directivo ha añadido que, como cualquier revolución o disrupción, no está exenta de riesgos y hay que ser proactivos a la hora de identificarlos y gobernarlos, generando modelos regulados, responsables y éticos. El éxito de las compañías “residirá en la gestión y puesta en valor del conocimiento interno -los datos- y en el refuerzo del talento y de las relaciones con socios especializados”, ha defendido el directivo de una compañía “con capacidades diferenciales en la vertiente de data y la integración de soluciones IA”.