Según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la inteligencia artificial (IA) no puede sustituir a la mayoría de los puestos de trabajo de forma rentable en estos momentos.
En uno de los primeros estudios en profundidad sobre la viabilidad de que la IA desplace a la mano de obra, los investigadores modelaron el coste de la automatización de diversas tareas en EE.UU., centrándose en trabajos en los que se empleaba la visión por ordenador, por ejemplo, profesores y tasadores inmobiliarios. Descubrieron que sólo el 23% de los trabajadores, medido en términos de salario en dólares, podría ser suplantado de forma efectiva. En otros casos, como el reconocimiento visual asistido por IA es caro de instalar y manejar, los humanos hacían el trabajo de forma más económica.
La adopción de la IA en todos los sectores se aceleró el año pasado después de que ChatGPT de OpenAI y otras herramientas generativas demostraran el potencial de la tecnología. Las empresas tecnológicas, desde Microsoft Corp. y Alphabet Inc. en EE.UU. hasta Baidu Inc. y Alibaba Group Holding Ltd. en China, lanzaron nuevos servicios de IA y aceleraron sus planes de desarrollo, a un ritmo que algunos líderes del sector advirtieron que era imprudentemente rápido. Los temores sobre el impacto de la IA en el empleo han sido durante mucho tiempo una preocupación central.
Las máquinas nos robarán el trabajo» es un sentimiento que se expresa con frecuencia en épocas de rápidos cambios tecnológicos. Esa ansiedad ha resurgido con la creación de grandes modelos lingüísticos», afirman los investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT en el artículo de 45 páginas titulado Beyond AI Exposure (Más allá de la exposición a la IA). «Descubrimos que sólo el 23% de las compensaciones de los trabajadores ‘expuestos’ a la visión por ordenador con IA serían rentables de automatizar para las empresas debido a los grandes costes iniciales de los sistemas de IA».
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La visión por ordenador es un campo de la IA que permite a las máquinas derivar información significativa a partir de imágenes digitales y otras entradas visuales, con sus aplicaciones más ubicuas mostrándose en sistemas de detección de objetos para la conducción autónoma o en ayudar a categorizar fotos en teléfonos inteligentes.
La relación coste-beneficio de la visión por ordenador es más favorable en segmentos como el comercio minorista, el transporte y el almacenamiento, áreas en las que destacan Walmart Inc. y Amazon.com Inc. También es factible en el contexto de la atención sanitaria, según el documento del MIT. Según los autores, un despliegue más agresivo de la IA, especialmente a través de ofertas de suscripción de IA como servicio, podría ampliar otros usos y hacerlos más viables.
El estudio fue financiado por el Laboratorio de Inteligencia Artificial MIT-IBM Watson y utilizó encuestas en línea para recopilar datos sobre unas 1.000 tareas asistidas visualmente en 800 ocupaciones. Según los investigadores, en la actualidad sólo el 3% de estas tareas pueden automatizarse de forma rentable, pero esta cifra podría aumentar hasta el 40% en 2030 si se reducen los costes de los datos y mejora la precisión.
La sofisticación de ChatGPT y de rivales como Bard, de Google, ha reavivado la preocupación por el saqueo de puestos de trabajo por parte de la IA, ya que los nuevos chatbots demuestran competencia en tareas que antes sólo eran capaces de realizar los humanos. El Fondo Monetario Internacional dijo la semana pasada que casi el 40% de los puestos de trabajo del mundo se verían afectados y que los responsables políticos tendrían que sopesar cuidadosamente el potencial de la IA con las consecuencias negativas.
En el Foro Económico Mundial de Davos de la semana pasada, muchos debates se centraron en el desplazamiento de la mano de obra por la IA. El cofundador de Inflection AI y DeepMind de Google, Mustafa Suleyman, dijo que los sistemas de IA son «fundamentalmente herramientas que sustituyen mano de obra».
Un estudio de caso del documento analizaba una panadería hipotética. Los panaderos inspeccionan visualmente los ingredientes para el control de calidad sobre una base diaria, pero eso comprende sólo el 6% de sus funciones, dijeron los investigadores. El ahorro en tiempo y salarios que supondría la implantación de cámaras y un sistema de IA sigue estando muy lejos del coste de una mejora tecnológica de este tipo, concluyen.
«Nuestro estudio examina el uso de la visión por ordenador en toda la economía, analizando su aplicabilidad a cada ocupación en casi todas las industrias y sectores», dijo Neil Thompson, director del Proyecto de Investigación FutureTech del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT. «Demostramos que habrá más automatización en el comercio minorista y la sanidad, y menos en ámbitos como la construcción, la minería o el sector inmobiliario», dijo por correo electrónico.
