Los minoristas obtendrán el máximo valor de las implementaciones de inteligencia artificial (IA) cuando las aborden estratégicamente.
Recientemente asistí a la conferencia Coresight Research NextGen Commerce AI en la ciudad de Nueva York. Una amplia variedad de oradores de minoristas, proveedores de tecnología, instituciones académicas y empresas de consultoría hablaron sobre muchos aspectos diferentes de cómo la IA puede mejorar la forma en que los minoristas realizan sus operaciones.
Un hilo conductor que estuvo presente en todas las presentaciones fue la necesidad de que los minoristas garanticen que las inversiones en IA encajen en sus estrategias comerciales para garantizar que obtengan el máximo rendimiento en términos de ahorro de costos y tiempo.
A continuación se presentan tres formas en que los minoristas pueden implementar estratégicamente la tecnología de IA:
Haz lo mismo, pero mejor.
Un aspecto de las implementaciones exitosas de IA que destacaron numerosos oradores es que adaptan la tecnología de IA a los procesos y flujos de trabajo existentes de un minorista. Los minoristas no deberían recurrir a la IA para crear nuevos empleos o actividades, sino para hacer que lo que ya hacen sea más eficiente, preciso o rentable.
Además, las implementaciones de IA no deben verse como un medio para reducir la plantilla. Si bien el resultado de una implementación de IA puede incluir una reducción de personal, en muchos casos la implementación de IA simplemente permitirá a los empleados existentes realizar mejor sus tareas o asumir responsabilidades adicionales sin aumentar su carga de trabajo general.
He estado cubriendo el espacio tecnológico minorista durante aproximadamente 25 años y, desde el principio, siempre he centrado mis artículos en implementaciones impulsadas por las necesidades comerciales, en lugar de implementaciones apresuradas de las “últimas y mejores” soluciones por temor a quedarme atrás. Esta regla todavía se aplica en gran medida a la IA: es casi seguro que su empresa se beneficiaría de ella, pero sólo si se implementa de manera considerada y estratégica.
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Con la ayuda de la inteligencia artificial, los minoristas pueden realizar pronósticos de demanda sofisticados y dirigidos de manera rápida y precisa. Esto se logra utilizando datos casi en tiempo real de diversas fuentes, como señales de demanda tradicionales, comentarios en redes sociales, datos demográficos detallados de diferentes mercados e incluso condiciones climáticas actuales.
Con esta información detallada, los minoristas pueden evitar problemas de inventario, como exceso o falta de stock, y generar pronósticos que permitan actividades de la cadena de suministro, como el envío justo a tiempo, que elimina la necesidad de mantener inventario.
La inteligencia artificial también es una herramienta invaluable para que los minoristas personalicen aún más sus interacciones con los clientes. Además de ofrecer promociones y recomendaciones basadas en el historial de compras o en el contenido del carrito de compras, las soluciones de inteligencia artificial de próxima generación permiten ofrecer ofertas individualizadas basadas en factores de estilo de vida más profundos.
Estos factores incluyen no solo la marca preferida del comprador, sino también atributos de productos favoritos, como color, tamaño del paquete, sabor y otros variables. Además, las soluciones de inteligencia artificial modernas pueden ayudar a los minoristas a satisfacer necesidades más amplias, en lugar de simplemente vender un producto para un propósito específico. Por ejemplo, un supermercado podría ofrecer a un cliente con hijos en edad escolar no solo galletas para merendar, sino también todos los elementos necesarios para empacar los almuerzos de sus hijos durante una semana, incluyendo servilletas, pajitas y productos alimenticios y de bebidas.
