Muchas empresas invierten en softwares para automatizar procesos e implementar inteligencia artificial a nivel comercial. Así van captando la “huella digital”de sus clientes durante el proceso de compra, al visitar su sitio web, redes sociales, e incluso en temas de postventa. El punto es que muchas veces esos números se van acumulando de manera silenciosa, pues no ocupan un espacio físico que deje en evidencia que ahí están para ser leídos, analizados y utilizados. Es lo que hoy se conoce como “data driven” o estrategia de análisis de datos.
Según un estudio de Accenture publicado en Pulso, un 72% de las compañías a nivel mundial no cuenta con una estrategia de análisis de datos. Es impensable que las empresas inviertan para obtener data driven si no se tiene a un equipo especializado que analice de manera permanente esos números, es lo mismo que estar sentado sobre una mina de oro sin explotarla. La analítica es el paso siguiente, porque de ella la gerencia obtiene un insumo fundamental para la toma de decisiones, pues es la información fresca y actualizada de lo que sus diferentes públicos esperan de la empresa que dirigen y los servicios que presta. Con el actual nivel de desarrollo de Tecnología de la Información (TI) con que cuentan la gran mayoría de las compañías sucede algo parecido a tener un auto de carrera para andar solo en la ciudad a una velocidad máxima permitida de 50 kilómetros por hora: estoy desaprovechando su máximo potencial e invertí muchísimo más en un producto al que estoy subestimando en su uso, pues está hecho para “volar” y lo estoy usando para caminar.
Con el data driven sucede algo parecido. Las empresas han tomado conciencia de la importancia que tiene el obtener información de sus diferentes públicos objetivos y por eso han invertido en ir registrando sus preferencias, hacer seguimiento a su navegación y uso de redes sociales de manera de ir conociéndolos para entregarles un servicio cada vez más personalizado. Sin embargo, si esta estrategia no conlleva una analítica, lo que se va dando es una acumulación de datos y números desperdigados por diferentes departamentos y áreas que no siempre interactúan entre sí, ni menos se logra consolidar esta información para aportar a una verdadera estrategia en la toma de decisiones. En el mismo estudio de Accenture, se asegura que “un 84% del valor del mercado de las compañías más grandes del mundo viene de intangibles como la data y el software que ha logrado captar el gusto de los usuarios a través de la inteligencia artificial”. El data driven exige que un equipo especializado se dedique a extraer números para ser analizados y así hacer estimaciones o proyecciones basadas en cifras, pues al final del día de eso se trata, de ir entendiendo cómo se comportan nuestros clientes, saber leerlos y así ofrecerles el zapato hecho a
la medida.
