El grupo cervecero Heineken ha obtenido unas ventas netas de 22.471 millones de euros en el ejercicio 2018, lo que representa un incremento del 3,9% en comparación con el año anterior (21.609 millones). Los ingresos totales han ascendido un 3,7%, hasta los 26.811 millones de euros.
Por áreas geográficas, y sin tener en cuenta el impacto de los atípicos, la facturación procedente de Europa ha crecido un 3,5%, hasta 10.348 millones de euros, mientras que los ingresos de América se han situado en 6.781 millones de euros, un 7,5% más.
Asimismo, los ingresos originados en la región de África, Oriente Próximo y Europa del Este han crecido un 0,8%, hasta los 3.051 millones de euros, mientras que la facturación de los mercados de Asia-Pacífico han descendido una décima porcentual, hasta 2.919 millones de euros.
En términos de volumen, la compañía ha comercializado un total de 233,8 millones de hectolitros, lo que supone un incremento orgánico del 4,2% respecto a 2017.
Todas las regiones han mejorado sus cifras orgánicas del año pasado lideradas por América, con 83,3 millones de litros (+5,4%); por delante de Europa, con 79,8 millones (+1,3%); África, Oriente Medio y Europa del Este, con 41,7 millones (+5%); y Asia-Pacífico, con 29 millones (+8,2%).
Por marcas, Heineken ha obtenido sus mejores resultados en la última década, con una subida del 7,7%, mientras que la cartera internacional de marcas ha crecido a doble dígito, gracias al impulso de enseñas como Tiger, Desperados, Birra Moretti y Krušovice.
En cuanto a la evolución de su segmento de cider, Heineken destaca el incremento del 14,3% de las ventas en volumen, hasta alcanzar los 5,6 millones de hectolitros. “Los resultados de Ladrón de Manzanas en España es prometedor”, confirman desde el grupo.
También ha crecido a doble dígito la división de cervezas artesanales, donde destaca la evolución de marcas como Affligem, Lagunitas y Mort Subite.
Por su parte, el beneficio neto de la multinacional holandesa ha alcanzado los 1.903 millones de euros, un 1,6% menos que doce meses antes.
“En 2018, hemos logrado otro año de crecimiento de calidad”, ha subrayado el presidente y consejero delegado de Heineken, Jean-François van Boxmeer, quien reconoce que las prioridades estratégicas de la compañía están orientadas al crecimiento con cada vez mayor énfasis en la sostenibilidad.
De cara a 2019, el primer ejecutivo del grupo cervecero prevé que el entorno del mercado siga siendo “incierto y volátil”. En este sentido, pronostica un incremento de un dígito para el beneficio operativo en base orgánica.
