La pandemia ha impulsado las apps de BNPL y el pago aplazado

En 2021, en torno a un 3% de los compradores españoles aplazó sus pagos online, un 4% a nivel europeo, a través de las apps y fórmulas de pago aplazado conocidas como BNPL (Buy Now Pay Later, Compra Ahora Paga Después). Se espera que en 2023 suponga ya un 9% y en 2025 un 11% en la Unión Europea.

Resulta innegable que la pandemia ha llevado a muchos consumidores que antes no lo hacían a comprar online más allá de los meses de confinamiento y ha popularizado una nueva fórmula de pago: el BNPL, Buy Now, Pay Later (Compra Ahora, Paga Después), el pago aplazado de las compras, ahora también con una modalidad para fraccionar los pagos en 3 0 4 plazos sin comisión, una fórmula financiera que según un estudio supondrá en Europa el 9% de las operaciones totales en 2023 y el 11% en 2025. Aplicaciones de pago a plazos como Klarna, la app de origen sueco enfocada a la generación Z que ha conseguido un millón de usuarios activos en España entre 2020 y 2021, y herramientas de back office como Aplázame (que prepara ahora también una app y es la fintech española veterana en este mercado) se han postulado como una alternativa a los modelos de pago tradicionales. Este nuevo modelo ha ganado claramente tracción durante la pandemia. Antes de ella es cierto que grandes plataformas de comercio electrónico como Amazon ya ofrecían en 2018 la opción de pago aplazado (primero con intereses y luego con comisión de apertura), pero durante la pandemia se ha disparado la oferta y demanda en ecommerce de pagos a tres o cuatro plazos sin intereses. Hasta el punto de que la mayoría de bancos ofrece ahora también el aplazamiento de pagos sin intereses a través de sus apps, con lo que es habitual que cada semana cuando haces la compra semanal la aplicación de tu entidad bancaria favorita te sugiera religosamente que aplaces el pago «en cómodos plazos».


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La pandemia ha llevado a una aceleración digital en todo el mundo y a un rápido crecimiento en el comercio electrónico no solo entre los nativos digitales, sino también entre nuevas audiencias que compraron online por primera vez durante la pandemia. Como resultado, la industria ha experimentado cambios sustanciales desde el crédito hacia opciones de pago más transparentes y más convenientes para los consumidores, como la posibilidad de fraccionar la factura en tres o cuatro plazos sin intereses. Con el auge de las nuevas experiencias de compra, se ha producido un aumento de las expectativas de los clientes. Las apps se dirigen a las nuevas generaciones, al grupo de población en torno a 30 años, y han empujado con sus nuevas fórmulas a la banca tradicional y al sector financiero a tratar de replicar su modelo para el resto de la población.

Durante el verano de 2021, para que te hagas una idea, Klarna, se asoció con el músico A$AP Rocky en una ambiciosa campaña de marketing para alentar a los compradores online a abandonar sus looks de encierro y renovar su estilo. Esta campaña internacional, que se lanzó simultánamente en 14 mercados, se centraba en un vídeo protagonizado por A$AP Rocky y en un desafío en redes sociales, #getsmoooth, que invitaba a los consumidores a compartir su nueva apariencia, una propuesta dirigida a un público muy concreto. La acción se completaba con influencers de moda TikTok y con una lente personalizada en Snapchat. Esto es lo que se vio de puertas hacia fuera. De puertas hacia dentro los comercios minoristas que participaron en la acción experimentaron un aumento de hasta un 40% en los pedidos y un aumento del tíquet medio de compra del 20%, según Klarna. Acciones como esta demuestran el interés por las dos partes, comprador y vendedor, en nuevas fórmulas de pago.

Durante la pandemia fue precisamente esta generación Z la que más incrementó sus compras online. Según el estudio Compras Online en España 2021 del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi), «la gente más joven —el grupo de 16 a 24 años— es la que presenta mayor porcentaje de internautas que compraron por primera vez online tras la pandemia (15,7%), aunque también son los que mayores cifras tienen en cuanto a mantener la misma frecuencia de compra online (27,2%). La población de edades entre los 25 a 34 años y 35 y 44 años son quienes más incrementaron sus compras online a raíz del COVID-19, con 73,5% y 70,4% de internautas que compraron más respectivamente».

Las apps de pagos aplazados están evolucionando más allá de los pagos flexibles, convirtiéndose en herramientas de venta, ayudando a las marcas a ofrecer contenidos personalizados: anuncios dinámicos, ubicaciones patrocinadas contextuales y campañas de fidelización… En el fondo proponen una nueva forma de comprar que se basa en los hábitos de compra de las nuevas generaciones.

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