Impulsivos: cómo evoluciona la demanda

Según pública tradeyretail:

La categoría de galletitas y golosinas registró un alza en las ventas en el último año, aunque el segmento está en plena transformación.

El sector viene mostrando un repunte a partir del 2021, recuperándose del deterioro observado en años anteriores. En el corto plazo la mejora de la actividad sectorial podría mantenerse, debido al impulso fiscal y monetario que podría haber sobre la demanda interna en un año electoral.


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Sin embargo, en el mediano plazo hay algunos limitantes que le imponen un techo a la performance del sector y al crecimiento de la economía en general. La competitividad empresarial no tiene mucho espacio en el contexto actual, el dinamismo de los salarios seguirá siendo acotado, delimitando a la demanda interna.

En el mismo sentido, la falta de dólares en la economía que se ve reflejada en las bajas reservas internacionales hacen que no haya espacio para que crezca el gasto interno y los salarios por encima de la inflación y el dólar.

En relación con los canales de ventas, es posible que con la llegada del e-commerce es de esperar que se vaya consolidando en los próximos años, presentándose como una gran oportunidad para ayudar consolidar el reciente repunte del sector.

En definitiva, el crecimiento del sector dependerá de cómo se pueda responder a algunos factores que limitan el potencial. En primer lugar, se destacan los cambios en las reglas de juego del mercado por parte del gobierno como por ejemplo la reciente política regulatoria sobre los precios.

Se destaca la elevada volatilidad macroeconómica y el bajo crecimiento de la económica en general, que afectan la demanda del sector. En tal sentido, el deterioro estructural de los salarios reales impide que se pueda consolidar el consumo interno.

El sector mantuvo un buen dinamismo, luego de la emergencia sanitaria, la cual enfrentó en una forma relativamente favorable debido al carácter de “esencial” de la industria. Este dinamismo se mantuvo en el año 2022. Por otro lado, en relación con la dinámica financiera de las empresas, la morosidad es baja en términos generales y las ratios de rentabilidad reflejan cierta heterogeneidad entre las empresas”, indican desde la consultora Claves.

Y agregan que “el repunte observado luego de la emergencia sanitaria se mantuvo en el año 2021 y 2022, lo cual más que compensó el deterioro observado en años anteriores. Es de esperar que esta dinámica positiva se mantenga en el corto plazo en un periodo electoral”.

Según el estudio de Claves, “la dinámica financiera de las empresas muestra cierta heterogeneidad. Por un lado, la morosidad es baja en términos generales, con la mayoría de las firmas sin deuda mayor a situación. Por el otro, las ratios de rentabilidad se muestran mixtos. En tal sentido, teniendo en cuenta los balances disponibles 2 de 5 empresas presentaron resultados negativos en el año 2021. De este modo, el clima del sector es moderado, en donde se está buscando mantener la mejora que se observó a partir de 2021/2022 y mejorar los problemas vigentes (política regulatoria de precios; baja rentabilidad). Esto con el objetivo de extender la reciente recuperación económica”.

Los precios internos de los principales productos del sector vienen experimentando un fuerte incremento en los últimos años, en algunos casos creciendo a un ritmo superior al del nivel general de precios de la economía. En tal sentido, el ítem del índice de precios al consumidor ‘galletitas dulces rellenas’ publicado por CABA registró un incremento de 85,9% (promedio) en 2022 y de 966,0% entre diciembre de 2017 y diciembre de 2022. De este modo, se expandió por encima del IPC general de la economía que aumento 72,5% en 2022 y 809,1% desde diciembre 2017 y diciembre de 2022”, señalan desde la consultora.

Con respecto a la concentración de mercado, desde Claves indican que es relativamente moderada: “Si consideramos las cuotas de mercado en base a la cantidad de empleados de las empresas se observa que las cinco empresas más grandes representan cerca del 60% del total. En tal sentido, Arcor, Mondelez Argentina y Bagley son las más representativas. La cámara más relevante del sector es la Cámara de industriales de productos alimenticios (CIPA)”.

La producción de galletitas y golosinas mostró incremento en los últimos años, de acuerdo con distintos indicadores. En efecto, al analizar la dinámica de la producción, teniendo en cuenta el IPI manufacturero vinculado a galletitas y golosinas publicado por el INDEC, se registró un incremento de 11,1% entre 2018 y 2022.

Esta dinámica de crecimiento obedeció principalmente al buen dinamismo del año 2021 y 2022 (cuando la actividad aumentó 5,6% y 3,3%), lo cual compensó el deterioro de años anteriores. A su vez, en el año 2022, la producción registro un aumento de 3,3%, manteniendo la dinámica positiva de crecimiento.

El mercado de golosinas se canaliza en un 75% a través de los kioscos, el resto es por supermercados y tiendas de conveniencia. En ese segmento de comercialización, se está viviendo una transformación de los puntos de venta producto de la suba de los costos de los alquileres de locales, los servicios de luz y agua y el peso de los impuestos.

Se está registrando un desplazamiento de locales más grandes a otros más chicos, e incluso se está dando el fenómeno del kiosco ventana tal como se denomina en el sector al punto de venta instalado en viviendas con posibilidad de dar a la vía pública.

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