Impacto de la inflación y pandemia en los hábitos de consumo

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Según publica el portal Intereconomía

Sara Anguera. En los últimos años, los hábitos de consumo han experimentado varios cambios significativos, impulsados por factores como la tecnología, las redes sociales, la pandemia o incluso el aumento de la inflación que se ha experimentado en 2023.

Algunas de las transformaciones de los hábitos de consumo incluyen el aumento en las compras en línea, mayor preocupación por la seguridad de los datos, la demanda de experiencias de compra personalizadas y sostenibles, y un enfoque en la digitalización y la sostenibilidad. Pero, ¿cómo han cambiado realmente estos hábitos de consumo?


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En primer lugar, hay que explicar qué son los hábitos de consumo. Los hábitos de consumo son una serie de patrones o comportamientos recurrentes que las personas adoptan al adquirir bienes o servicios. Estos hábitos pueden estar influenciados por diversas variables, como las preferencias individuales, las tendencias culturales, la disponibilidad de productos, el poder adquisitivo, la publicidad, entre otros factores. A su vez, estos hábitos incluyen la manera en que las personas compran, utilizan, desechan o se relacionan con los productos y servicios en su vida diaria.

Ahora, para entender cómo han variado estos hábitos de consumo debido a la pandemia y a la digitalización, hay que entender cómo eran los hábitos antes de la pandemia.

Los ‘Millennials’, los que más gastan en alimentación

Antes del 2020 y antes de la pandemia, los hábitos de consumo estaban influenciados principalmente por factores como la generación a la que pertenecían los consumidores, la disponibilidad de servicios digitales y la situación económica.

Según un artículo de LinkedIn, en enero de 2020, el poder adquisitivo de los Millennials fue estimado en 2,5 billones de dólares anuales, y se destacaba que la responsabilidad social era más importante que el propio precio de los productos para esta generación. Además, en el estudio se menciona que el ocio impulsa los hábitos de consumo de esta generación. En especial, el 80% de los Millennials solían gastar su dinero en comida, siendo una de las generaciones que más gastan en alimentación.

Por otro lado, la situación derivada de la pandemia ha impulsado y consolidado hábitos de consumo que aprovechan las posibilidades de la digitalización. Asimismo, un estudio de Kantar revela que la tasa de crecimiento de productos de consumo masivo se cuadruplicó debido a la pandemia, lo que indica un cambio significativo en los hábitos de compra.

Otro análisis realizado por la Universidad Politécnica de Valencia sobre los hábitos de consumo pre y post pandemia, señala que la COVID-19 ha provocado cambios y nuevas preocupaciones a la hora de realizar la compra, lo que ha generado un consumidor más sensible a los factores internos y externos, mostrando inseguridad hacia las marcas y una mayor adaptación a la tecnología.

Los hábitos de consumo en pandemia y el aumento de la compra de los productos de higiene

Según otro estudio de Kantar, durante la pandemia y en los meses posteriores, la tasa de crecimiento de productos de consumo masivo se cuadruplicó 10% a nivel mundial y los supermercados fueron los que más contribuyeron con 38% al crecimiento de FMCG del año anterior, seguido por Ecommerce (23%).

A su vez, el enfoque en la higiene impulsó las ventas globales de cuidado del hogar, junto con ese crecimiento del valor mundial cuadruplicado al 10% en comparación con 2019. Esto también llevó a un aumento en la demanda de productos de limpieza y desinfección. Además, se observó un mayor enfoque en el consumo de alimentos en el hogar, lo que generó un cambio en las compras de despensa, con un abastecimiento más frecuente y una reducción en el tamaño de las compras.

Asimismo, se evidenció un aumento en las compras virtuales y a domicilio, un mayor respaldo al producto local y un interés por parte de los consumidores en productos más saludables, sostenibles y económicos. Estos cambios reflejan una adaptación a las circunstancias impuestas por la pandemia, así como una mayor conciencia sobre la higiene, la salud y la sostenibilidad en los hábitos de consumo.

Tras analizar los datos de consumo durante la pandemia, hay que analizar los datos que surgen a consecuencia de esta, es decir, los datos post-pandémicos.

Los hábitos de consumo post-pandémicos: el 63% prefieren los productos locales

Según los datos, tras la pandemia muchos de los hábitos de consumo de los españoles cambiaron bastante. En especial, los consumidores han comenzado a gastar más en  cuanto a hábitos saludables, tanto físicos como mentales. Por otro lado, en la época post-pandémica los consumidores han decidido comenzar a comprar productos en las tiendas locales.

Según un estudio realizado por Nielsen, el 63% de los españoles prefiere ahora adquirir los bienes y servicios en los negocios locales, aunque eso suponga un leve incremento de precio. Además, con el aumento de la preocupación por el medio ambiente, los consumidores están buscando el consumo de productos más sostenibles. En especial, según un estudio del Instituto Elcano desvela que el 60% de los españoles está dispuesto a pagar más por adquirir productos sostenibles.

Seguidamente, otro de los motivos por los que los hábitos de los consumidores han cambiado es la subida de la inflación y el precio de los productos (IPC) que se ha vivido en 2023.

En concreto, gracias a este aumento de la inflación muchos consumidores experimentaron una pérdida de capacidad adquisitiva, en especial hasta el segundo trimestre del año. Además, se ha experimentado una disminución de volumen cada vez que se compra hasta el segundo trimestre del año, sin embargo, para el tercer trimestre del año este dato va en crecimiento.

Los hombres, en mayor situación de vulnerabilidad que las mujeres

Todo esto ha hecho que los hábitos de consumo de la población hayan cambiado. Por ejemplo, según la Encuesta de Hábitos de Consumo 2023 realizada por la Mesa de Participación de Asociaciones de Consumidores (MPAC), la asociación creada en 2015 para proteger a los consumidores, y Mercadona, señala que el 33% de los encuestados afirma sentirse vulnerable. Algunos señalan que este sentimiento de vulnerabilidad se debe a su nivel de renta bajo (19%), por el desconocimiento de las nuevas tecnologías (6%) o por su nivel de formación (4%).

La vulnerabilidad por ingresos impacta principalmente a las personas de entre 51 y 65 años, así como a aquellas de más de 65. Además, se confirma la problemática en áreas rurales, donde hay un mayor desconocimiento del concepto y una sensación de vulnerabilidad del 65%, en contraste con el 27% en entornos urbanos. Según el estudio de MPAC, en líneas generales, los hombres reportan sentirse más vulnerables que las mujeres.

El análisis también muestra que aquellos que ajustaron sus patrones de compra debido al incremento de precios optaron por buscar más ofertas (42%), aprovechar mejor los alimentos para evitar el desperdicio (15%) y disminuir el gasto en comida (10%). En menor proporción, han variado el tipo de productos que adquieren (8%) y han ampliado su abanico de compras (8%).

La búsqueda de la calidad, uno de los factores que más han cambiado los hábitos de consumo

A la hora de seleccionar un lugar para comprar, la cercanía se posiciona como el factor principal (53%), seguido por el precio, que ha superado a la calidad (48% frente al 46% del año pasado), mientras que esta última ha disminuido, registrando un 38% frente al 51% de 2022. Destaca el aumento del uso de compras por Internet en un 10% (del 5% al 15%).

En cuanto al medio de transporte para realizar la compra de alimentos, alrededor de la mitad (52%) prefiere caminar hasta el establecimiento, aunque las compras en línea han experimentado un aumento considerable (del 6% al 15% este año). En contraste, el uso del vehículo privado, aunque sigue siendo la segunda opción, ha disminuido casi un 7% (29%). El precio también se destaca como el factor principal para seleccionar productos alimenticios, aumentando del 24% en 2022 al 38% este año, a expensas de la calidad, que desciende del 42% al 29%.

La asistencia a hipermercados ha disminuido. Las redes sociales han influido en la mitad de los consumidores (51%), un 29% para efectuar compras debido a recomendaciones positivas y un 22% para abstenerse de comprar, precisamente, por lo contrario. A pesar de haber recibido influencias a través de las redes, uno de cada cinco ha mantenido sus hábitos de compra inalterados.

A su vez, también otro hábito que ha cambiado es el aumento de la compra de productos congelados, en especial, la carne congelada pasa del 6% en 2022 al 10% este año y el pescado congelado del 29% al 36%.

Ver también: Estos son los hábitos de consumo que más influirán en las cadenas de suministro…

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