- Desde enero del 2020 que vivimos en una de las crisis sanitarias más grandes e importantes de la última década. Dentro de las miles de consecuencias negativas que ha traído la pandemia en casi todas las áreas económicas y sociales, la industria farmacéutica está sufriendo una gran escasez de los medicamentos en Estados Unidos.
El Covid-19 interrumpió gravemente en las cadenas de suministro farmacéuticas, emitiendo una fuerte advertencia a la industria: los sitios de fabricación remotos conllevan un riesgo peligroso, pero la pandemia no fue la primera alarma. Si bien la transferencia del abastecimiento y la fabricación de productos farmacéuticos a Asia ha reducido los costos, también ha afectado directamente a la confiabilidad de la cadena de suministro. Cifras de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU., (FDA) muestran un aumento en la escasez de medicamentos prepandémicos como resultado de varios factores, incluidos problemas de calidad y eventos disruptivos.
Actualmente, de las 114 escaseces de medicamentos informadas por la FDA en abril de 2021, 56 se relacionaron con un aumento en la demanda, 13 con escasez de ingredientes farmacéuticos activos (API) y 7 con demoras en la fabricación o el envío. El año pasado subrayó el riesgo creciente de escasez de medicamentos y dependencia excesiva de las importaciones de API, lo que generó preocupación pública.
Como resultado, las principales empresas farmacéuticas están tomando medidas clave para aumentar la resistencia de la cadena de suministro, garantizar la continuidad de la fabricación y la seguridad del paciente, y proteger el negocio en tiempos de incertidumbre.
