Estudios: La temporada navideña arrasó con el gasto de tarjetas

Los últimos días del año dejaron un nuevo parón de la economía que anticipa un inicio de año muy complicado. Solo el comercio ‘online’ contrarrestó algo la caída para el sector ‘retail’.

A medida que se publican nuevos datos económicos, se constata la debilidad de la economía en los últimos días del año 2020 y el inicio de 2021. Los datos de compras con tarjetas de crédito son uno de los mejores indicadores para seguir casi al día la evolución de esta crisis, y los últimos datos no dejan mucho espacio para el optimismo. Según los datos recopilados por CaixaBank de sus tarjetas de crédito y operadores TPV, el gasto presencial en la última semana del año (del 28 de diciembre al 3 de enero) se hundió un 11% respecto al mismo periodo del año anterior.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

La recaída del consumo en la recta final del año también se observó en los datos de afiliaciones a la Seguridad Social y muestra cómo las familias españolas optaron por el confinamiento voluntario durante las fiestas. Solo el comercio por internet compensó levemente este descenso de las compras con tarjetas, con un crecimiento cercano al 14%. Sin embargo, las ventas por internet están limitadas a unos pocos sectores, básicamente de comercio minorista. Para la hostelería, el ocio o el transporte, el comercio ‘online’ no sirve en esta crisis, ya que el servicio es presencial.

                                 

Es importante tener en cuenta que, durante esta crisis, las tarjetas de crédito han sustituido al dinero efectivo en muchas compras, ya que así se evita el contacto. De ahí que es posible anticipar que la caída del consumo está siendo incluso superior a los registros de compraventas de las tarjetas y TPV. De hecho, el desplome de los reintegros de dinero en los cajeros automáticos está siendo muy superior, alcanzando el 24% en la última semana de diciembre. La caída en la primera semana de diciembre fue incluso superior, del 29%, pero todos estos datos también son los peores registrados desde el mes de mayo.

                                 

Los datos por sectores confirman que la hostelería, el ocio y el transporte volvieron a entrar en una nueva fase de crisis que probablemente se prolongará durante los próximos meses. En el caso de la restauración y el ocio, el descenso de las compras en la última semana del mes alcanzó el 26%, y en el conjunto del mes registró un descenso del 23%, mejorando la caída del 35% de noviembre. En este caso, la relajación de las restricciones a la actividad, en especial con la reapertura de bares y restaurantes, permitió esta leve mejoría.

                                   

En el caso del turismo (incluye hostelería y agencias de viajes), el desplome alcanzó el 47% en la última semana de diciembre y el 41% en el conjunto del mes. En esta campaña navideña, casi desapareció el turismo. Y peores son los datos de los viajeros foráneos (registros con tarjetas extranjeras), que experimentaron una caída del 64%.

El ‘retail’ presencial también sufrió un duro revés, lo que muestra que las familias optaron por el comercio electrónico para los Reyes Magos. En concreto, las compras cayeron un 21% respecto al mismo periodo del año anterior.

Se trata de la mayor caída registrada por las compras desde mediados del mes de mayo, cuando España todavía se encontraba en las fases de la desescalada de la primera ola. Esto significa que el consumo sufrió un fuerte descenso en la recta final del año, situándose ya muy lejos de los niveles del año anterior. La Navidad no fue suficiente para recuperar el gasto de los hogares, ni siquiera a pesar de que este año los festivos dejaron puentes de cuatro días. Y tampoco la relajación de las medidas de contención consiguió evitar un nuevo desplome del consumo.

Los malos datos del consumo con tarjeta del cierre del mes anticipan el duro golpe que recibirá la economía española como consecuencia de la tercera ola del virus. La segunda se centró principalmente en el mes de noviembre (las restricciones se levantaron de forma generalizada al inicio de diciembre) y los registros del consumo minorista fueron muy malos (en este caso, no incluye las ventas del sector servicios, sino que se limita al comercio minorista).

 

En concreto, las ventas sufrieron una caída del 6% respecto al mes de octubre, con fuertes desplomes en Francia, del 18%, en Bélgica, del 16%, o en Austria, del 10%. En total, las ventas volvieron a los niveles de julio, justo tras la entrada en la nueva normalidad, de modo que se perdió toda la recuperación experimentada entre agosto y octubre. Estos descensos anticipan lo que ocurrirá en otros países europeos en las semanas siguientes a medida que las restricciones se vayan imponiendo.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉