El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que elabora el CIS, acabó diciembre en 63,1 puntos, mejorando así en 7,4 puntos el dato de noviembre aunque se mantiene en cotas similares a las registradas en los años 2012-2013 y 2008-2009 ya que son los valores más bajos de la serie histórica. Conforme a los datos del CIS se trata del segundo repunte sucesivo, tras haber encadenado cuatro meses a la baja entre julio y octubre, y destaca el aumento en 10,5 puntos de la valoración en las expectativas.
Pero aún así, el indicador arrojó en diciembre una tasa un 26,4% inferior a la de febrero, antes de que estallase la crisis provocada por el Covid-19, y resulta en 14,6 puntos inferior a diciembre del año anterior en términos absolutos. La caída desde diciembre llega a 35,9 puntos en cuando a la valoración de la situación actual, aunque suben en 6,6 puntos cuando a lo que se toma el pulso es a las expectativas a futuro.
Con el último termómetro de diciembre, la media anual del Índice de Confianza del Consumidor queda establecida en 59,9 puntos, lo que supone 29,4 puntos por debajo de los obtenidos durante el ejercicio 2019 y «por debajo de todas las cifras obtenidas desde el año 2012 que supuso el punto más bajo de toda la serie».
El último dato medio del año mejora, de hecho, en algo más de 10 puntos dicho suelo histórico del ejercicio 2012, pero se sitúa 43 puntos por debajo de los resultados obtenidos en 2015 y 2017 y que, de momento, son los máximos históricos de la serie estadística.
La caída del indicador que mide la confianza del consumidor se dejó notar especialmente en la segunda parte del año, presentando un descenso de 13,3 puntos frente al primer semestre. Se trata de la tercera mayor rebaja que se produce en la última parte del año también tras las sufridas en los años 2008 y 2019.
Mejora de la situación actual
En términos más específicos o fijando el foco en las valoraciones que se realizan de la situación en estos momentos. El índice de valoración de la situación actual se situó en diciembre en los 34,2 puntos, lo que supone un avance mensual de 4,4 puntos o del 14,6%, gracias a la valoración positiva de sus tres componentes: valoración sobre la situación económica actual (sube en 3,6 puntos), sobre la situación de los hogares (aumenta 6 puntos) y sobre el mercado de trabajo, que se incrementa en 3,5 puntos respecto a noviembre.
Sin embargo y pese al aumento en la valoración mensual, la puntuación sobre la situación económica actual y la valoración del mercado de trabajo son «de las peores» obtenidas en la serie histórica, junto a las que se contabilizaron a finales del 2008, principios de 2009 y a finales de 2012 y principios del 2013.
La media anual de este Índice de Situación Actual cierra el ejercicio en 40,1 puntos, bajando 42,9 puntos o más de la mitad respecto a la media obtenida en 2019 por el retroceso sufrido en la confianza del consumidor en sus tres indicadores (situación económica, empleo e, incluso, en la situación de los hogares).
Suben las expectativas
Por último y en relación al Índice de Expectativas o cuando lo que se analiza es la previsión del consumidor con la vista a futuro, este indicador se situó en diciembre en 92 puntos, lo que representa un aumento de 10,5 puntos respecto al mes previo o un 12,8% y, a diferencia de todos los otros indicadores, crece en la comparativa interanual del mes de diciembre también y en la trimestral.
Su avance es gracias a que también mejoran sus tres componentes: la valoración de la evolución de la economía en el futuro inmediato aumenta en 11,2 puntos en un mes, la valoración del futuro del mercado de trabajo sube 12,2 puntos y la futura evolución de la situación de los hogares se valora 8 puntos más que en noviembre.
En el trimestre, la evolución del indicador en cuanto a las expectativas respecto de la economía en general sube un 19,4% con relación al trimestre previo, un 17,2% en cuando al mercado de trabajo y el 4,3% en cuanto a las expectativas a futuro en la situación de los hogares. Sin embargo y cuando se compara con el último trimestre del 2019, su resultado es también a la baja: las expectativas sobre la economía caen un 4,8% y el 6,2% en las que respecta a los hogares, aunque suben un 7% las referidas al mercado de trabajo.
Con los datos de diciembre la media anual para este indicador de expectativas en el conjunto del 2020 se sitúa en 79,8 puntos, con un descenso de casi 16 puntos respecto al dato del 2019. Su retroceso es más acusado en las expectativas sobre la evolución de la economía que cae 21,6 puntos, mientras que en la valoración del empleo retrocede en 13,7 puntos. Por su parte, la situación de los hogares tiene un descenso de 12,3 puntos lo que le sitúa en el tercer peor dato después de 2012 y 2008.
