El nuevo salario mínimo y la inflación “sentida”

inflación

Según pública elespectador:

Ya conocido el incremento del salario mínimo legal mensual en nuestro país, las voces de aceptación o de rechazo aparecerán.


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¿Pero qué tan real, o no, el mismo es consecuente con la inflación experimentada en este 2022?

El IPC en Colombia por el 2022 y hasta noviembre, dice el DANE que asciende al 12,53 %, considerado el más alto en los últimos 23 años.

El aumento del mínimo del 10,07 % para el 2022, considerado como histórico, a mi juicio coadyuvó a un desencadenamiento inusitado en el aumento en los precios, como no se había visto.

Los empresarios saben cómo están sus cuentas en la relación costos-gastos-precios como también el de sus productos en la relación oferta-demanda–competencia, la cual, dependiendo de la inclinación de la misma, suben más o menos sus precios.

Es una verdad de a puño que, a marzo de 2022, el aumento salarial del mínimo ya se había extinguido. Incluso percibí que varios productos ya lo habían hecho en febrero de 2022.

He desarrollado durante los últimos años un estudio sobre los precios en una gran cadena nacional de retail, siempre en el mismo local y donde puedo decir que compran los estratos 3, 4, 5 y 6.

Analizando el comportamiento de precios de 240 productos en los que mínimo “debemos gastar parte de nuestra plata”, observo que de 30 y 31 de diciembre de 2021 a junio 29 y 30 de 2022, el alza promedio de los precios fue del 15,6 %. Es decir, en solo seis meses, el aumento de precios fue de este porcentaje y la información del DANE a junio de 2022 indicaba que, tomando el último año, es decir, de 1 de julio 2021 a 30 junio 2022, la inflación fue del 9,67 %, el valor más alto en los últimos 18 años.

Ahora, también tengo cifras sobre los 10 meses del año 2022, entre 30 y 31 de diciembre de 2021 a octubre 30 y 31 de 2022, observando que el alza promedio aritmético en los precios (no puede ponderarse), fue realmente del 20,53 %. El DANE indica que es del 12,22 % en el año corrido y del 10,9 % desde noviembre 01 de 2021. Amplia la diferencia

Observando el comportamiento en los precios de 54 alimentos en el local del gran retail este año, entre verduras, frutas, hortalizas, carne, pollo, huevos, fríjol, arroz, lácteos, pastas, pan y margarinas, estos productos fueron los que subieron más del 100 %:

1.Papa Capira: 314 %

2. Cebolla cabezona blanca: 185 %

3. Uva roja Globe 180 %

4. Yuca: 159 %

5. Plátano verde y maduro:148 %

6. Limón Tahití a granel y en malla: 141 %

7. Papaya: 114 %

8. Fríjol cargamanto Bola Roja: 108 %.

Estas cifras son un hecho factual.

Ahora, los únicos que bajaron, fueron:

1. Espinaca bogotana: -52 %

2. Zanahoria limpia -36 %

3. Apio -20 %

4. Repollo blanco: -14 %.

Otros importantes: Leche 33 %, carne molida 124 %, pollo 39 %, huevos 42 %, etc.

Entonces, ¿dónde queda el alza del 10,07 % del salario mínimo? ¿O el de los otros empleados, que como máximo les aumentaron el 5,62 %?

El DANE calcula el IPC partiendo de una canasta creada hace 6,5 años, sobre la base de 443 bienes y servicios y “merca” en 38 ciudades del país, es decir, en las 33 ciudades capitales del país y en 5 municipalidades con más habitantes. Allí consulta en los canales de distribución existentes, donde se estima van la mayoría de los colombianos a adquirirlos y que incluyen a grandes superficies, plazas de mercado, tiendas barriales y establecimientos especializados en la venta de artículos y en la prestación de servicios. (1)

Sin embargo, en Colombia existen hoy en día 1.104 municipios y unas 19 áreas no municipalizadas, para un total de 1.123 entidades administrativas locales (2). Luego, uno podría pensar que la encuestra-muestreo que realiza el DANE para obtener su IPC tendría una cobertura del 3,4 % (38/1.123); sin embargo, el 44,1 % de la población colombiana vive en las ciudades capitales y el otro 55,9 % está fuera de ellas, así sea en municipios aledaños con acervo de habitantes (3). A manera de información, cuando estos habitantes contiguos a capitales se les suma a aquellos, el nivel poblacional urbano asciende a un 70 %. Ahí queda planteado el tema para que cada uno piense sobre la muestra y cobertura que toma el DANE, a fin de monitorear precios.

Ahora, ¿cómo lo hace el DANE? El trabajo mayúsculo que adelanta el DANE lo subdivide en 12 factores, a saber:

1.Alimentos y bebidas no alcohólicas 2. Bebidas alcohólicas y tabaco 3. Prendas de vestir y calzado. 4. Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles 5. Muebles, artículos para el hogar y conservación ordinaria de la vivienda 6. Salud. 7. Transporte. 8. Información y Comunicación 9. Recreación y Cultura 10. Educación 11. Restaurantes y Hoteles 12. Bienes y Servicios diversos.

Para las cifras que comparto, tengo ampliamente en cuenta los numerales 1, 2 sin tabaco y un resto de 180 productos más que son de consumo permanente en las personas, es decir, en lo que nos “gastamos la plata”, tanto hombres como mujeres.

Pienso que la gran mayoría de las personas no compran muebles todos los días, como tampoco van a restaurantes, hoteles y viajes en avión o en bus intermunicipal con ídem periodicidad.

En cuanto a Salud, el 78 % de la población (40,5 millones) y que podemos decir están en “cierta” pobreza y en la extrema, integran el gratuito Sisbén, con acceso al Sena, al programa educativo de Ser Pilo Paga, a la atención de la primera infancia y a hogares comunitarios e infantiles. En cuanto a Recreación y Cultura, se asiste básicamente a lo que es gratuito. Obviamente no hago alusión ni a servicios públicos que han subido más que la inflación oficial, el transporte y la educación. Esto porque el único objetivo de mi investigación es compartirles cuánto ha subido en promedio los bienes que consumimos los colombianos diariamente y en los que nos “gastamos la plata”.

Con el advenimiento del 2023, el nuevo gobierno plantea hacer un frente común para ejercer cierto control gubernamental efectivo en los precios, con el fin de no menoscabar el ingreso de los trabajadores, permitiendo así una estimulación a la demanda de bienes y servicios, favoreciendo a la economía y al país, a través de su PIB, y a la misma sociedad.

Sin embargo, existe la creencia por parte de algunos empresarios que es mejor vender en lo posible a un precio alto, así no se vendan muchas unidades de productos, ya que, de esta manera, se incurre en menores costos reflejado en menos trabajadores (aumentando la Invisibilización), en menos inversión en activos fijos y en menos capital de trabajo operativo, disminuyendo así su riesgo operacional y obteniendo el mismo nivel o aún más, de ganancias esperadas. De esta manera, sus clientes serán solo aquellos que tienen alto poder adquisitivo, cumpliendo un objeto económico y no social, haciendo caso omiso a los principios del management moderno.

De otro lado, observando cómo les fue a los empresarios en el 2021, en un estudio que desarrollo sobre la base de 27.129 empresas en Colombia observo que estas crecieron ventas en un 29,56 % y sus utilidades en 70,92 %, con respecto al 2020. Esto muestra un buen apalancamiento operativo en las empresas y un muy importante crecimiento en sus resultados financieros. Claro está que esos crecimientos fueron sobre una economía en pandemia y la inflación revelada por el DANE en el 2020 fue de solo el 1,61 % (5), cifra a mi juicio muy baja en ese momento, la cual sirvió de referente para el aumento de salarios en el 2021 para los empleados y jubilados que obtenían ingresos más altos que el mínimo. Esto dejó un piso bajo para aquellos empleados que estaban de un quinto nivel hacia arriba, dentro de la pirámide organizacional. Y luego con la inflación revelada para el 2021 del 5,62 %, y que nuevamente sirvió de base para aquellos mismos ejecutivos, las empresas hoy en el 2022 se encuentran asumiendo un costo laboral que pareciese fácilmente asumible y puede ser algo irrelevante que el salario mínimo lo subieran el 10,07 % para el 2022, cuando este se extinguió entre febrero y marzo de 2022.

Y así muchos opinen que esa decisión es una importante causante de la inflación de este año, que los analistas económicos esperan cierre entre el 12 % y 13 %, la verdad es que, a octubre de este año, los precios de los productos básicos para poder contar con lo mínimo en calidad de vida han ascendido al 20,53 % , como lo indico líneas atrás, con la expectativa de que cierre en diciembre de 2022 entre 400 y 500 puntos básicos más, así pretéritamente se haya dicho que la inflación cede en los últimos meses del año, lo cual no es lógico por la experiencia vivida, y es que al aumentar la masa monetaria en el país en manos de las personas durante los fines de año, esto aumenta ostensiblemente la demanda y muchísimos empresario, responden con un aumento en precios para el consumidor final y así poder cubrirse anticipadamente al aumento de salarios y compras, a partir del enero siguiente.

Quiero resaltar otro importante detalle: por el lapso de 1 de julio/22 a octubre 31/22, los precios crecieron en el retail en promedio unos 481 puntos básicos más, llegándose así al 20,53 % año corrido a octubre/22. Esta cifra no deja de ser perplejante, pauperizando aún más a la clase media hacia abajo. Con esta escalonada en los precios, los empresarios colombianos cerrarán un muy buen 2022, así en la información oficial del DANE y que viene desde noviembre/21 a octubre/22, la inflación “cantada” sea del 10,9 % y el año corrido 2022 sea del 12,2 %. Amplia la diferencia.

Temo que la inflación “sentida” en 2023 vaya a ser muy alta, aprovechándose nuevamente de un número porcentual de ajuste al mínimo. Pienso que el gobierno actual debería pactar con los gremios una especie de control de precios que sea monitoreado permanentemente por la Superintendencia de Industria y Comercio, con la participación decidida tanto de proveedores nacionales como de los intermediarios, sean estos grandes superficies, plazas de mercado o tiendas de barrio, a fin de no aumentar más la mustia desilusión de nuestros compatriotas, en una actitud con corte y consideración social, para que el aumento salarial de aquellas personas tenga un componente de real al cierre del 2023. Recordemos que el gasto en los hogares es un determinante en el crecimiento económico del país. Aquel ya anunció que 50 productos no subirán más del 13 % en el 2023 y el Ministerio de Trabajo complementó que lo mismo harán con 170 productos más. Esperemos que esto llegue a buen puerto, que no haya conculcación y lo estaré monitoreando como objeto de investigación y conocimiento directo, para compartirles.

Tengamos presente que para lograr en nuestro país unos salarios positivos en términos reales debemos aportar todos en su crecimiento. La desigualdad de hoy es muy similar a la de hace más de 10 años. Quiere decir esto que hemos retrocedido más de una década y la inflación empeora aún más las condiciones de los menos favorecidos.

El Banco Mundial dice que Colombia, entre 171 países, está entre los 17 más desiguales del planeta. Y esta desigualdad, que es medida con un coeficiente aportado por el italiano Corrado Gini (6), oscila entre 0 y 1, siendo esta su interpretación: si en un país no existiese desigualdad en la distribución de la riqueza, el coeficiente sería cero, pero si una persona tiene toda la riqueza del país, aquel será de 1. Colombia está en 0,54. El país más desigual del mundo es Suráfrica con 0,63 y el menos desigual, Eslovenia, con 0,25. La ONU dice que un Gini superior a 0,4 es preocupante. Nuestro país disputa el último puesto como el más desigual de América, como también entre los países de la OCDE.

Ahora y en otro frente, tenemos a hoy una devaluación del peso con respecto al dólar del 20,63 %, cifra que coadyuva mucho más a que estemos aún más pobres, internacionalmente.

Para terminar, existe una máxima empresarial: las buenas utilidades en una empresa se logran, no solamente vendiendo con altos precios, sino sabiendo comprar a sus proveedores. E incluso otra más que utilizo en algunas conferencias: ¡¡Que a usted no le vendan, usted es el que compra!!. Con esto, esperemos que los proveedores de nuestros proveedores “respeten” la regla de no subir sus precios en el 2023 por encima del 13 %. Obviamente, el gobierno debe coadyuvar a este propósito con cierto control al precio del dólar, aranceles equitativos, precio de la energía y servicios públicos, precio de la gasolina –aunque es conocido el amplio desface de su FPCE originado pretéritamente–, apoyo a los cultivadores con los precios en fertilizantes, créditos blandos con la banca pública y frenar de una vez los aumentos de tasa del BanRep, entre otros elementos, para cumplir la meta inflacionaria del 7 % y superar con creces las expectativas de crecimiento tan bajas (entre 0,5 % y el 1,3 %), esperadas para el 2023.

De otro lado, siempre ha sido importante que las empresas también adelanten estudios profundos que localicen en dónde deben mejorarse para no incurrir en costos logísticos o de otras naturalezas que son innecesarios y que además no le aportan valor al producto. Hoy día, con Revenue Management (Gestión de Ingresos), las empresas deben desarrollar, con propuestas de valor, una estimulación de la demanda basada en precios justos y asequibles, no pensando que toda la oferta debe basarse en Precios Prestigio. En el fondo, lo importante no es reducir la demanda vía altos precios, sino aumentarla a base de precios equitativos y justos, sin costos y gastos ineficientes que se les trasladan al consumidor.

En reuniones de juntas directivas empresariales periódicas, se explican sus estados financieros y se dan a conocer algunos Fundamentales de la empresa (KPI: indicadores de rendimiento), pero en el fondo solo quieren ver qué tanto porcentualmente crecieron las ventas y las utilidades, para informárselo a los dueños. Y muchos de estos, no tienen presente que quizá lo más importante para ellos en cuanto a su inversión en la empresa es que la misma les esté creando valor. Y para llegar a esto, pesan otras decisiones que no son exclusivamente de aumentos de precios, sino de un importante conocimiento gerencial financiero integral y muy conceptual, con el que no es muy común contar en muchas organizaciones.

A las empresas debemos darles también un corte social, tal como lo han hecho los países nórdicos de Europa, que tienen unos principios sobre los cuales basan su sociedad para el desarrollo de todos sus conciudadanos. ¿Acaso no podemos mirar hacia allá, así otros países no lo hagan?

(1) Fuente DANE

(2) Fuente Google.

(3) Cálculos propios.

(4) Desde hace 22 años no se veía un incremento del mínimo de dos cifras.

(5) Fuente DANE. Cifra más baja desde 1.954 y que no se obtuvo en los anos de gran crisis mundial y en Colombia como en 1.999 y en el 2.009

(6) Entender la curva de Max O. Lorenz y la fórmula matemática de Brown.

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