El mito del color de la ropa y el calor que sentimos

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El mito del color de la ropa y el calor que sentimos

El dilema del color de la ropa y su relación con el calor ha sido objeto de debate durante décadas. La creencia popular sostiene que usar ropa oscura te hace sentir más caliente bajo el sol, mientras que los tonos claros te mantienen fresco. Sin embargo, investigaciones revelan que esta noción puede ser un completo mito. Veamos qué dice la ciencia al respecto.


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El color de la ropa y la percepción del calor: ¿realidad o ficción?

La teoría comúnmente aceptada es que los colores oscuros, como el negro, absorben más calor, mientras que los tonos claros, como el blanco, lo reflejan. Esto se debe a que los colores oscuros tienden a absorber más longitudes de onda de luz, convirtiéndolas en calor, mientras que los colores claros reflejan más luz, manteniendo así la temperatura más fresca.

La verdad detrás de los experimentos:

Experimentos realizados con cámaras infrarrojas han demostrado que, efectivamente, la ropa oscura tiende a absorber más calor que la ropa clara cuando se expone a la luz solar directa. Sin embargo, este no es el final de la historia.

El caso de los beduinos:

Un estudio publicado en la revista Nature en 1980 arrojó luz sobre este tema al observar a los beduinos del norte de África, conocidos por usar túnicas negras en medio del ardiente desierto. Contrario a la creencia popular, estos nativos se mantenían frescos bajo el sol abrasador, lo que desafiaba la lógica convencional sobre el color de la ropa y el calor.

El mito de la ropa negra:

Los científicos plantearon dos posibles explicaciones para este fenómeno. En primer lugar, la ropa negra podría facilitar la circulación del aire, permitiendo que el calor se disipe más fácilmente. En segundo lugar, la ropa negra podría absorber el calor del sol, pero al ser gruesa y holgada, evita que este calor llegue al cuerpo del usuario.

Lecciones de la naturaleza:

Los estudios sobre aves también respaldan esta idea, mostrando que el color del plumaje no tiene un impacto significativo en la percepción del calor. Otros factores, como la forma del cuerpo y la estructura de las plumas, son más determinantes en este aspecto.

En resumen, si bien el color de la ropa puede influir en la cantidad de calor que absorbe, otros factores, como el grosor y la holgura del tejido, son igualmente importantes. Por lo tanto, la próxima vez que te preguntes qué color de ropa usar en un día caluroso, recuerda que la elección del material y el ajuste adecuado pueden ser más relevantes que el color en sí mismo.

En última instancia, el mito del color de la ropa y el calor que sentimos nos recuerda que las apariencias pueden ser engañosas. La ciencia nos enseña a cuestionar nuestras creencias arraigadas y a considerar todos los factores antes de sacar conclusiones precipitadas. Así que, la próxima vez que te enfrentes a un día caluroso, elige tu ropa con sabiduría y recuerda que la verdadera frescura va más allá del color superficial.

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