Según pública revistainforetail:
La asociación de empresas que operan a través de servicios bajo demanda basados en la digitalización y en el comercio electrónico (Adigital) se ha pronunciado sobre la prohibición del Ayuntamiento de Barcelona de los establecimientos de alimentación enfocados en delivery (denominados dark stores o ‘supermercados fantasma’) anunciada la semana pasada y que obliga a reconvertirse a este tipo de empresas.
Aunque asegura compartir los objetivos de sostenibilidad y convivencia ciudadana abanderados por el plan, desde la patronal se considera que las medidas de este son “desproporcionadas y excesivamente restrictivas”, e insiste en que “es posible establecer alternativas más flexibles que permitan dar cumplimiento a dichos objetivos respetando el principio de proporcionalidad de la Directiva de Servicios”.
Además, el sector considera que alguna de las medidas incluidas ni siquiera está enfocada a preservar el medio ambiente o la habitabilidad de las ciudades, como es el caso de las que imponen restricciones a las tiendas que realizan el reparto en bicicleta o en patinete, vehículos de tamaño reducido y no contaminantes
También echa en falta un estudio previo que valore el impacto de las medidas previstas en la futura nueva regulación, así como de las supuestas externalidades de las actividades reguladas y la falta de motivación de estas medidas.
“Consideramos que la regulación puede poner en riesgo la viabilidad de empresas que operan en la actualidad, con la consiguiente pérdida potencial de miles de empleos, al no aplicar ni siquiera periodos transitorios para un cambio drástico en la actividad”, lamentan desde Adigital.
Asimismo, la asociación incide en la importancia de no discriminar los servicios ofrecidos a los ciudadanos en función del canal (online u offline), siendo esta una vulneración al principio de igualdad de trato de la Directiva de Servicios.
En este sentido, la patronal insiste en la importancia del canal digital como vía para que muchas pequeñas empresas puedan acometer su salida al mercado y considera que, al discriminar las actividades de reparto vinculadas a él, se limitan las opciones tanto de los ciudadanos como de las propias ciudades, además de suponer una vulneración a la libertad económica y la libre competencia.
La propuesta de Adigital
A falta de analizar el texto final en profundidad, Adigital propone que el Ayuntamiento no siga adelante con esta regulación y abra una vía de diálogo constructivo con el sector, a fin de dar a conocer el funcionamiento y casuísticas de los diferentes modelos de negocio.
En este sentido, la asociación aboga por la elaboración de políticas públicas que ayuden a la convergencia de los canales físico y digital y pongan en valor las ventajas de su convivencia y complementariedad.
La petición de la representante de las empresas de comercio electrónico pasa por una reformulación del actual Plan consensuando un marco regulatorio estructurado alrededor de las mejores prácticas en la materia, que vienen promoviendo las autoridades de competencia.
“Todo ello redundará en un marco regulatorio adecuado, que no deje atrás ningún modelo de reparto con el potencial de mejorar la configuración de las ciudades y la calidad de vida de sus habitantes, y que contribuya decididamente a los objetivos del Consistorio”, concluyen desde Adigital.
