Según pública investing:
Madrid, 12 abr (.).- El bienestar de los hogares españoles cayó en menor medida que el producto interior bruto (PIB) nacional en las dos últimas crisis económicas, la causada por la pandemia en 2020 y la financiera que se inició en 2008, una vez cuantificado el valor del trabajo doméstico y del tiempo dedicado al ocio.
La Fundación BBVA (BME:BBVA) y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) han tenido en cuenta ambas cuestiones para desarrollar un indicador de consumo ampliado que entre 2000 y 2022 fluctuó menos que el PIB y al final de ese periodo casi lo duplicaba.
El estudio «Más allá del PIB. El valor de la producción doméstica y el ocio en España» señala que el PIB está diseñado para estimar la producción y la renta generadas en el mercado, pero no contempla otras dimensiones relevantes para el bienestar de las personas, como son el ocio y las actividades productivas desarrolladas en los hogares (culinarias, de limpieza y mantenimiento del hogar y cuidado de las personas).
Para valorar ambas cuestiones, los autores del estudio calculan lo que cuesta contratar en el mercado a personas que realizan tareas domésticas y el coste de oportunidad que el tiempo de ocio tiene para las personas trabajadores, medido por el salario que hubieran podido percibir en ese tiempo de asueto, lo que suma 1,5 billones de euros.
Así medido, el indicador de consumo ampliado asciende a cerca de 2,5 billones en 2022, lo que casi triplica el consumo que mide el sistema europeo de cuentas nacionales (SEC) y casi duplica el valor del PIB (1,3 billones).
De esta forma, el ocio y la producción doméstica concentran el 64,7 % del indicador de consumo ampliado, mientras que el gasto en consumo de los hogares dirigido al mercado solo representa el 28,2 % y el gasto de las administraciones públicas y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH), el 7,1 % restante.
Según el análisis de la Fundación BBVA y el Ivie, lo sucedido dentro de los hogares ha sido particularmente importante durante la pandemia, pues para las familias resultaron decisivas las actividades de consumo y ocio desarrolladas en ellos.
«El consumo ampliado capta mucho mejor la importancia de estas actividades en los hogares», ya que mientras la caída real del PIB en 2020 fue del 11,3 % y el gasto en consumo se contrajo un 9,2 %, el consumo ampliado solo cedió un 4,6 % porque la producción doméstica y el tiempo de ocio en el hogar no retrocedieron como el consumo de mercado.
Según este indicador, la covid-19 dañó menos el bienestar material de los hogares que el PIB nacional, cuya recuperación del nivel previo a la pandemia se espera para 2023.
Mientras el PIB se encontraba en 2022 en el 98,7 % del nivel de 2019, el consumo ampliado estaba ya un 2,2 % por encima del anterior a la pandemia.
