Según publica el portal Corsa Online
Se sabe que los alimentos procesados plantean riesgos para la salud. Un estudio también indica que los platos preparados también tienen efectos sobre la salud mental.
Dulces, cereales para el desayuno y productos congelados: los alimentos procesados plantean importantes riesgos para la salud, por ejemplo, de desarrollar cáncer o diabetes. La salud mental también puede verse afectada. Este es el resultado de un estudio americano. Según ellos, el consumo regular de alimentos altamente procesados puede provocar depresión y trastornos de ansiedad.
Científicos de la Universidad de Miami examinaron a más de 10.000 adultos durante un período de cinco años sobre sus hábitos alimentarios. Los resultados: las personas que comieron muchos alimentos altamente procesados experimentaron más días de estados de ánimo deprimidos o sentimientos de ansiedad.
Más días sombríos por los alimentos procesados
Mientras tanto, a medida que aumenta el consumo, es menos probable que las personas pasen días con buena salud mental. Los resultados del estudio indican que los hábitos alimentarios pueden afectar la salud mental.
“Hubo un aumento significativo en los días mentalmente poco saludables entre aquellos que consumieron el 60 por ciento o más de sus calorías de alimentos altamente procesados”, resumió los hallazgos para The New York Times el autor del estudio, Eric Hecht, y aún deben explorarse.
El mecanismo exacto aún no está claro.
Una cosa está clara: los alimentos altamente procesados no tienen ingredientes naturales añadidos, como saborizantes, conservantes o colorantes. También contienen altas cantidades de grasas saturadas, sal y azúcar, mientras que aportan poca proteína, fibra y minerales. Con un consumo regular y prolongado, esta mezcla poco saludable perjudica la flora intestinal (una parte importante del sistema inmunológico) y favorece la inflamación crónica.
El cerebro se acostumbra rápidamente a esta recompensa y reconoce el sabor de estos alimentos. Por eso es tan difícil dejar de comer chocolate y cosas similares.
Ver también: El impacto de las redes sociales en la salud mental
