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La incertidumbre, no obstante, mostró una leve disminución
De acuerdo a indicadores preliminares recogidos por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), durante octubre se prolongó la compleja situación que enfrentan los hogares, tanto en el plano laboral y financiero, como en materia de expectativas.
En efecto, de acuerdo a la encuesta que la CCS realiza mensualmente entre consumidores, un 20% declaró encontrarse en condición de desempleo buscando trabajo, una cifra marginalmente superior a la de septiembre, pero que en conjunto con los meses previos evidencia una tendencia al alza que suma 5 puntos desde julio pasado, y que también sobrepasa al 17% recogido en octubre del año pasado.
El porcentaje de personas que se declara trabajando, de cualquier forma, también registró un aumento, al pasar de 63% en agosto y septiembre a un 65% en octubre. Pese a ello, la cifra resulta bastante inferior al 72% observado en igual mes del año pasado.
Estos indicadores se suman a varias otras señales de preocupación en materia laboral, que han llevado a alertar sobre la situación estructural del mercado del trabajo y la necesidad de incentivar el empleo, no solo a través de instrumentos coyunturales, sino también apuntando a las rigideces que presenta y el cúmulo de cambios institucionales recientes que han encarecido progresivamente la contratación de mano de obra.
Al complejo escenario laboral se suma un deterioro en los indicadores financieros, que muestran que en octubre un 39% de los consumidores aumentó su nivel de endeudamiento (38% en septiembre), interrumpiendo la mejoría observada en los meses previos.
Este empeoramiento se da, además, en un escenario en que las políticas de crédito se han vuelto más estrictas debido precisamente a la situación económica en deterioro de los últimos trimestres.
La reducción inflacionaria se convierte, de este modo, en uno de los principales factores favorables a la situación financiera de los hogares, mejorando los ingresos reales y aliviando la carga de la deuda reajustable. A ello se suma el proceso de bajas en las tasas de interés por parte del Banco Central, el que, en todo caso, aún no toma la fuerza necesaria para transformarse en un factor significativo en la coyuntura.
Los factores analizados suman a un sentimiento del consumidor en leve deterioro duranta octubre. En efecto, el porcentaje que se declara estresado aumenta 3 puntos en los últimos 2 meses, llegando a un 46% en octubre. El porcentaje que se siente feliz, en cambio, disminuye 3 puntos en el mes, si bien luego de septiembre (Fiestas Patrias) es común observar este comportamiento.
Por el lado positivo, la incertidumbre cedió 1 punto a un 42%, dejando de aumentar en el margen, mientras que el porcentaje que se siente esperanzado aumentó en igual proporción, llegando a un 63%.
Respecto de las expectativas futuras, un 51% cree que empeorarán en materia económica, 1 punto más que en septiembre, misma magnitud en que disminuyen quienes avizoran un mejoramiento en la materia (13%).
Algo similar ocurre con las expectativas sobre la situación personal, con un aumento de 2 puntos porcentuales entre quienes piensan que empeorará, superando la barrera psicológica de los 50 puntos (51%). Los optimistas, como contrapartida, disminuyen del 14 al 13 por ciento.
Para los próximos meses se espera el inicio de una moderada mejoría en los indicadores generales de consumidor, considerando algunos indicios, aunque aún tímidos, de recuperación en materia económica, las bajas bases de comparación, y el mayor empleo estacional de la temporada estival. A ello debieran sumarse con mayor claridad señales más agresivas en materia de política monetaria, que contribuyan a aliviar la carga financiera y facilitar la inversión y fortalecer la actividad productiva.
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