5 claves para evitar la fuga de talentos

Equipo de trabajo 4 personas

En determinados entornos es muy rápido encontrar evidencia que apoye la hipótesis de que el trabajador es tan importante como el CEO. Son muchas las empresas que, después de perder a ciertos empleados, se plantean evitar la fuga de talentos de su organización.

La fuga de talentos o fuga de cerebros es un término que se dio a conocer entre el público general durante la crisis económica que comenzó en 2008. En aquel entonces se refería a la migración masiva de personas que acababan de terminar sus estudios y encontraban oportunidades de trabajo en otros países.


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Hoy, en una sociedad bajo injusticias de mayor calibre, la fuga de cerebros se ha dado a conocer en ambientes más cercanos, es decir, dentro de las propias empresas y no del país. Cuando un empleado de valor abandona su puesto, las consecuencias para la organización pueden ser serias. Aquí podrás explorar varias estrategias para evitarlo.

¿Qué es la fuga de talentos?

Como has podido leer, el término fuga de cerebros se refiere a la migración de personas cualificadas, ya sea del país o de la empresa. Estas personas suelen marcharse porque han encontrado una oportunidad mejor o porque no soportan las condiciones en las que trabajan (o ambas).

A causa de ello, la empresa pierde competitividad dentro de su sector. Por lo general, hasta que encuentra a alguien igual de cualificado y le forma, el daño ya es irreversible. Por ello, evitar la fuga de talentos es cada día más necesario para las organizaciones.

Mujer recogiendo las cosas de su trabajo
La fuga de cerebros no tiene un rango de edad definido, aunque afecta más a los jóvenes.

Causas de la fuga

¿Por qué alguien abandonaría su puesto fijo? El trabajo es el único método de supervivencia de muchas personas, idea muy arraigada en generaciones anteriores a la presente (especialmente en los baby boomers y los millenials). No obstante, el miedo a cambiar de trabajo es cada vez menor. Vamos a ver las causas de este cambio:

  • Las condiciones de trabajo y salario son cada vez peores, en especial en aquellos sectores que utilizan un gran número de empleados base (hostelería, retail, construcción, etcétera). Las personas tienden a abandonar su puesto por otro en cuanto pueden, pues muchas veces su salud y sus finanzas se ven amenazadas por la precariedad.
  • Estancamiento profesional: cuando los empleados no pueden desarrollar todo su potencial, es lógico que se vean atraídos por otros puestos que sí les permitan avanzar en su carrera.
  • Ofertas inesperadas por parte de otras empresas.
  • Pérdida de motivación: aunque no se debe buscar que los objetivos de la empresa sean los mismos que los del propio trabajador, sí es cierto que la incomodidad en el puesto hace que la ilusión por el propio desempeño decrezca.
  • Malos jefes: el liderazgo es una habilidad que todo directivo y jefe intermedio debería cultivar. Las personas que no saben gestionar su equipo de trabajo suelen ser uno de los principales motivos de la fuga de cerebros.
  • Momentos de crisis: los factores socioeconómicos y políticos también son un factor a tener en cuenta. Crisis económicas, guerras o dictaduras son algunos ejemplos.

Claves para evitar la fuga de cerebros

Seguro que te identificas con alguna de las razones expuestas en el apartado anterior, ya seas empleado o empresa. No obstante, la prevención de este fenómeno está al alcance de todas las organizaciones. A continuación hablamos de varias medidas que puedes tomar.

1. Mejora las condiciones de tus empleados

Es cierto que no todo lo que motiva a un trabajador es el sueldo, pero este ha de ser digno y acorde a sus funciones. Por otro lado, la conciliación laboral, los beneficios sociales y otras mejoras en el puesto son medidas que se pueden tomar para evitar la fuga de talentos.

2. Cuida el clima laboral

No importa lo alto que sea un sueldo si tus trabajadores acaban con una depresión. Nadie debería sentir miedo o angustia cuando va al trabajo. Establece unos valores corporativos basados en el respeto, el trabajo en equipo y la conciliación.

3. Favorece la promoción interna

A las personas les gusta (y merecen) avanzar en su carrera, tengan el puesto que tengan. Cuando alguien se queda estancado en el mismo puesto para siempre, lo lógico es que quiera buscar un sitio donde se aprecien sus habilidades.

4. Crea empleados autosuficientes

Aunque en muchas empresas existe una jerarquía establecida, lo más importante es que cada individuo sea capaz de desempeñar sus funciones de forma autónoma. Esto, además de mejorar la productividad, será un factor de protección a la hora de que alguien abandone su puesto.

Mujer trabajando
Los trabajadores con autonomía suelen encontrarse cómodos a nivel laboral lo que influye en su productividad.

5. Crea una cultura de trabajo sana

No, una empresa no es una familia. No obstante, que tus empleados vayan contentos a trabajar es posible. Crea una cultura de respeto, conciliación y productividad sana. El trabajo debe ser eficiente, digno y agradable para todos, y así es como la gente termina por quedarse.

Las organizaciones funcionan gracias al esfuerzo y el sacrificio de todas las personas que lo conforman. Por eso, para evitar la fuga de talentos es necesario que los talentos se reconozcan, se aprecien y se premien. Solo así te asegurarás de rodearte de personas que hagan que tu empresa prospere.

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