Según pública thefoodtech:
Este artículo presenta las 10 claves para lograr un packaging correcto, ya que puede convertirse en una herramienta de marketing muy eficaz porque fideliza a los clientes e impacta a futuros consumidores
El principio fundamental del packaging es conservar de la mejor forma posible un producto. Otra necesidad es hacerlo atractivo para incrementar sus posibilidades de venta. Hasta el día de hoy, estos dos principios siguen siendo los aspectos principales del diseño de empaque.
Los estudios de marketing demuestran que el diseño de empaque es un factor determinante para que un consumidor elija un producto sobre otro. Uno de ellos encontró que hasta 73% de los clientes deciden una compra de acuerdo con su gusto por el packaging en la industria de los alimentos.
El empaque debe contar una historia que transmita los valores de la marca. Aplicado de manera correcta, a partir de una identidad creativa y estratégica, puede despertar una conexión emocional entre el consumidor y el producto, abonar a la experiencia de compra y lograr lealtad entre su público.
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Principios para diseñar un packaging exitoso
El diseño del packaging es la carta de presentación del producto y de la marca, por lo que es fundamental poner atención a lo relacionado con el diseño alrededor del empaque ya que su éxito dependerá en gran medida de su presentación. Las claves para que sea todo un éxito son:
1. Mantener un vínculo entre el empaque y la marca
Un buen empaque para un producto ayuda a que este se destaque en el punto de venta. Mejora el reconocimiento de la marca y hace que sus clientes se entusiasmen con lo que hay dentro.
Es un elemento que debe contar una historia y darle a la marca una narrativa. Debe definir el estilo y la estética general de la marca antes de diseñar el empaque de un producto individual.
El diseño de packaging es el encargado de atraer la primera mirada del cliente, pero luego es el producto en sí el encargado de mantener el interés. Foto: Freepik
2. Llamar la atención sobre sí mismo
El diseño de envases no necesariamente tiene que gritar más fuerte desde el estante, pero debe destacarse comunicando la esencia misma de la propuesta de venta única del producto
Las formas, colores, orientaciones y texturas juegan su papel. Incluso las marcas que se enorgullecen de sus diseños de envases elegantes o sobrios, a menudo hacen esos diseños para que sean diferentes de los demás y puedan destacarse por su naturaleza elegante.
3. Estar relacionado con su público objetivo
Diseñar un packaging debe hacerse teniendo en cuenta los gustos, necesidades y preferencias de los consumidores. Los mejores diseños de empaque representan lo que hay dentro y son tan atractivos para su público objetivo como el producto en sí.
Antes de pensar desde la perspectiva de un diseñador, se debe considerar en qué beneficiaría al cliente. Por ejemplo, si tiene productos que no se usan por completo después de abrirlos, debe considerar diseñar un packaging que se pueda volver a sellar para que el producto se mantenga fresco.
4. Creatividad
Solo con un diseño impactante se conseguirá que una vez que los consumidores tengan en casa el producto, y aún después de haberlo consumido, continúen hablando de su diseño.
En ese sentido, los colores deben armonizar con el producto, no pelear con él. La tipografía debe ser distintiva pero legible y funcionar con el logotipo del producto. La combinación de elementos de diseño inesperados hará que el empaque sea visualmente impactante.
El diseño puede ser pensado con múltiples propósitos en mente. El empaque debe verse bien en los estantes y también ser fotogénico. Esto hace que se vea bien en Internet, en los catálogos y en la prensa.
La diferenciación de la competencia es de vital importancia para lograr la compra y el packaging es clave. Foto: Freepik
5. Proteger el producto y el medio ambiente
El consumidor actual es mucho más exigente y desean que este envase también se amigable con el medio ambiente en su fabricación. Por esa razón, cuando alguien compra lo que vendes, lo quiere en condiciones de uso, y es inaceptable si el producto está dañado debido a un mal diseño del empaque.
El producto debe estar protegido y seguro durante la manipulación y el transporte regulares, pero también debería poder soportar un trato más duro. El empaque debe ser práctico en términos de tamaño, forma, materiales y funcionalidad.
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6. Integrar nuevas tecnologías
El consumidor tiene la posibilidad de interactuar con el empaque. Se puede insertar, por ejemplo, un código QR con el que el usuario pueda ampliar información o conseguir un descuento para su próxima compra.
Se crea así un buen recuerdo de la marca en la memoria del consumidor. Otra de las opciones es la realidad aumentada, es decir, introducir al consumidor en el universo de la marca a través de una app en su smartphone.
7. Sumar valor agregado
El packaging puede ser la clave para la decisión final de compra. Muchas veces, un sistema de dosificación original o un sutil sistema de cierre pueden marcar la diferencia.
Al público le gustan las cosas prácticas como, por ejemplo, un envase de pasta que ayuda a calcular las raciones.
8. Despertar emociones
Las emociones están íntimamente ligadas a los recuerdos, y los diseños de envases de marca que provocan emociones son más memorables que los que no las provocan.
Algunas marcas pueden apelar al sentido de nostalgia, alegría o aspiración de los consumidores. El marketing que ataca las emociones de las personas es más efectivo que el marketing que simplemente una estrategia de promoción características y beneficios.
Un packaging transparente y sencillo es una buena opción, además, el consumidor siempre se queda más tranquilo viendo el producto antes de comprarlo. Foto: Freepik
9. Darle doble uso
Es importante que las marcas le den un doble uso al envase, pues puede significar dos cosas. La primera, un reciclaje del envase para otros usos, como las cajas que se conviertes en perchas para la ropa.
Por otro lado, hay packaging que incluyen juegos, crucigramas o actividades infantiles que aportan valor al producto, (como en el caso de los cereales).
10. Buscar un bajo costo
Después realizar la investigación, la planificación, la creación de prototipos y el abastecimiento, es clave tener una idea más clara de lo que costará la producción del packaging.
El cálculo de costos es el proceso de analizar toda la información recopilada hasta el momento y sumar cuál será el costo de los bienes vendidos. Así podremos determinar un precio y un margen bruto.
