Subway, una compañía en venta y dos fortunas familiares multimillonarias

Subway incluye 'neveras inteligentes' en la expansión de la tienda 'grab & go'

Según publica eleconomista.es Los bocadillos de Subway son un clásico de la comida rápida. La cadena ha abierto establecimientos en 112 países de todo el mundo y ha llegado a estar en el podio de locales abiertos, junto a McDonald’s y KFC. Pero detrás de esta subida hay una historia de altibajos, en la que los protagonistas son dos hombres, Peter Buck y Fred DeLuca, que empezaron su negocio en 1965 con 35 y 17 años, respectivamente.

La empresa no pasa por su mejor momento, de hecho, el pasado mes de febrero se anunció que estaba en venta. La crisis provocada por el fallecimiento de DeLuca en 2015 y Buck en 2021, y una serie de polémicas que han salido a la luz en los últimos años ha llevado a la compañía a un punto crítico. Su valor de venta estaría entre los 7.000 y los 10.000 millones de dólares, según Forbes. Pero pese a la caída, los fundadores han acumulado una fortuna, que ahora sus familias están tratando de proteger y minimizar ante la venta.


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Según el medio estadounidense, los DeLuca tendrían una fortuna de 8.000 millones de dólares, sin contar las donaciones y el rendimiento de las inversiones en los derechos de Subway. Mientras, los Buck acumulan alrededor de 5.000 millones de dólares, que se encuentran en las arcas de la fundación familiar, una donación que se hizo por deseo del fallecido, recogido en su testamento. Una maniobra para evitar a los herederos pagar una gran cantidad de impuestos a la hora de recibir el patrimonio.

Según David Slenn, experto en derecho fiscal y sucesorio del bufete de abogados Akerman, si Buck no hubiera donado su participación en Subway a una organización benéfica, sus dos hijos tendrían que pagar el 40% a la administración en la venta. Pese a haber perdido miles de millones en esta transacción, es más asequible que pagar los impuestos correspondientes en sucesiones.

50 años de historia

En 1965, DeLuca un chico de 17 años pidió ayuda al amigo de sus padres, Peter Buck, para poder pagarse la universidad. Este le dio la idea de abrir una tienda de sándwiches italianos y le proporcionó 1.000 dólares para llevar a cabo el negocio. «No pensaba hacer carrera en el negocio de los bocadillos», afirma DeLuca, quien logró licenciarse en Psicología en la Universidad de Bridgeport (Connecticut). Sin embargo, compaginó los estudios con su pequeña tienda, que cada vez le acaparaba más tiempo.

A lo largo de los diez años siguientes, los dos socios abrieron 15 establecimientos por todo el estado y transformaron el negocio en una franquicia bajo el nombre Doctor’s Associates. El bajo coste que suponía abrir una franquicia de Subway en comparación con las otras cadenas hizo que su expansión fuese mucho más rápida. Para 1988 había 2.000 locales y en 2011 la cadena de sándwiches superó a McDonald’s en establecimientos, con 33.749.

Este crecimiento hizo tanto a Buck como a DeLuca muy ricos, porque obtenían un 8% de las ventas brutas, una de las tasas más altas del mercado. Además, cobraban un 4,5% en concepto de publicidad. En 2004 Forbes los incluyó por primera vez en la lista de multimillonarios y en 2012 registraron sus ingresos más altos de 18.100 millones de dólares, según Technomic. Dos años después, DeLuca comenzó una reestructuración de la empresa con el traslado de la propiedad intelectual a Delaware. Este estado se considera un paraíso fiscal donde no hay impuestos estatales sobre los derechos de autor.

Los pagos de derechos de Subway a sus propietarios alcanzaron su punto máximo entre 2011 y 2013, cuando los propietarios recibían cada uno más de 200 millones de dólares por año, según las estimaciones de Forbes. En esta nueva localización, se llegaron a registrar ingresos de más de 2.000 millones de dólares en royalties entre 2017 y 2021.

Esta reestructuración, según los expertos consultados por el medio económico podría ser por varias razones, además del ahorro de impuestos. Por ejemplo, porque la familia sabe que habrá importantes donaciones benéficas e intentan asegurarse de que los activos que se destinan a la fundación no van a tener repercusiones fiscales negativas. Así como, la preparación de los dueños para la venta.

«Lo de la caridad es a costa de los franquiciados»

Las donaciones de ambas familias se extienden a lo largo de estos 50 años a diferentes asociaciones. Sin embargo, aunque muchas comunidades están agradecidas, los más descontentos son los franquiciados. En abril de 2021, un grupo de más de 100 franquiciados de Subway publicaron una carta abierta a Elisabeth DeLuca en la que exponía una serie de problemas denunciados anteriormente en la cadena, entre ellos que se había denegado sus peticiones de ingredientes de mayor calidad, e informando que las nuevas aperturas estaban obstruyendo las ventas de los otros ya existentes.

«Lo de la caridad es a costa de los franquiciados», dijo a Forbes un franquiciado. Desde la compañía, señalan que desde la llegada del nuevo CEO en 2019, John Chidsey, se han revisado todas las políticas de la empresa, incluyendo su relación con los franquiciados. El portavoz de Subway zanjó el tema señalando que hay 10.000 franquiciados en el sistema Subway con «muchos puntos de vista»

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