- La espiral inflacionista tensiona las relaciones dentro de la cadena agroalimentaria, mientras las medidas como la rebaja del IVA a los alimentos básicos no logra moderar la escalada de la cesta de la compra.
Según publica lainformacion.com Llenar la cesta de la compra sigue siendo una de las principales preocupaciones de los españoles. La espiral inflacionista que afecta a toda la cadena alimentaria está llevando al extremo las relaciones entre los actores encargados de garantizar la llegada de productos hasta los supermercados, estirando un conflicto que el Gobierno sigue sin saber cómo atajar. El debate sobre los márgenes empresariales sigue presente pese a que las grandes cadenas defienden que no los han incrementado, mientras el foco comienza a trasladarse a los productores, cuyos precios percibidos habrían crecido cerca de un 30%, según datos del INE analizados por la consultora EY.
Entre febrero de 2022 y 2023, los precios de compra en origen de los productos más habituales en una cesta básica de alimentos habrían aumentado, en promedio, un 62,7%, según datos a los que ha tenido acceso este periódico. Entre las subidas más destacadas se encuentran la cebolla, que cuadruplicó su precio de 0,12 a 0,58 euros el kilo (+368%); o la naranja tipo Navel, cuyo coste por kilo se triplicó de 0,12 a 0,37 euros (+205%).
Entre los alimentos que duplican su precio en origen se encuentran, por ejemplo, los huevos clase M, que duplican su coste de 0,84 a 1,66 euros (+98%); la patata, que sube de 0,21 a 0,40 euros/kilo (+87%) o el pimiento verde, que ve crecer su precio por kilo de 0,83 a 1,53 euros (+84%). Estas subidas reseñables también se muestran en el arroz (+61%), leche (+59%), calabacín (+59%) o el cerdo (+52%).
Pocos son los alimentos que han disminuido o mantenido su coste de un año para otro. Entre estos se encuentran el plátano, que cae un 55% al bajar de 0,78 a 0,35 euros, una vez reestablecida la producción habitual tras la activación del volcán de La Palma; la pera, que cae de 0,80 a 0,71 euros (-10%) o el cordero, cuya subida se ha limitado a un 4,4% al pasar de 7,11 a 7,42€ para una pieza de 12 a 16 kilos a la venta.
Los productores piden más transparencia
Las principales asociaciones agrícolas, por su parte, se defienden de quienes les acusan de estar incrementando sus márgenes. ASAJA, COAG y UPA han reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que convoquen el pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, publique los estudios de la cadena de valor que están pendientes y actualice los ya aprobados para leche y aceite de oliva virgen extra. Todos los componentes de esa cadena alimentaria se reúnen el próximo miércoles para revisar la evolución de los precios en el inicio de la primavera, sobre todo porque es cuando más contratos se revisan entre productores, industria transformadora y distribución, con la inflación de este capítulo en niveles del 16%, con resistencia a bajar.
«Estos estudios son muy relevantes y beneficiosos para los distintos sectores y para el conjunto de la cadena alimentaria en nuestro país y su transparencia», según subrayan en un comunicado conjunto las organizaciones profesionales agrarias. En el mismo también reclaman la puesta en marcha de un índice de referencia de precios que proporcione a los agricultores y ganaderos un marco con el que negociar.
Además, instan al Gobierno a recuperar la información mensual sobre precios de venta al público, que se eliminó en 2018. Consideran que es necesario proporcionar información «concreta y detallada» por sectores sobre los precios de las transacciones en la salida de las industrias.
«La transparencia de los precios a los que vendemos los agricultores es muy elevada, con datos públicos semanales y otra multitud de fuentes de información. Sin embargo, la información del resto de eslabones no existe de manera oficial y pública. Hay una clara descompensación en este sentido, que afecta seriamente a la transparencia de la cadena de valor», afirman.
En la misma línea, han reclamado la creación de un Observatorio de costes y mercados de insumos o similar que permita analizar los precios y estructura de los costes de producción para el sector primario, tales como los piensos, fertilizantes, energía o mano de obra.
