Las tiendas de barrio en Ecuador han experimentado un año desafiante en 2023, marcado por la inseguridad y la creciente competencia de nuevos formatos de retail, especialmente el modelo ‘hard discount’. Con alrededor de 130,000 tiendas familiares en el país, el sector se ha visto afectado por el aumento de la violencia, obligando a muchos negocios a reducir sus horarios de cierre y enfrentarse a extorsionadores que imponen el pago de ‘vacunas’. La competencia agresiva de cadenas como Tuti, de Corporación El Rosado, ha exacerbado aún más la situación al ofrecer productos a precios considerablemente bajos, lo que impacta las ventas de las tiendas de barrio.
En respuesta a estos desafíos, el sector de los tenderos busca diferenciarse mediante la capacitación en técnicas de ventas y la atención cercana que caracteriza a estas tiendas. La Asociación Red Ecuatoriana de Tenderos ha liderado iniciativas de capacitación, abordando temas cruciales como administración de la tienda, estrategias de venta y finanzas básicas. Sin embargo, la amenaza persistente de la inseguridad y la competencia agresiva ha llevado a un llamado a la colaboración entre el Gobierno, entidades privadas y proveedores para garantizar la supervivencia y el éxito continuo de las tiendas de barrio.
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Además de enfrentarse a desafíos externos, las tiendas de barrio han buscado adaptarse a las tecnologías de pago y las transacciones digitales como parte de su proceso de profesionalización. La cercanía con los hogares, la confianza construida a lo largo del tiempo y la calidez humana son identificadas como las principales fortalezas de estas tiendas. A pesar de la competencia en precios, la conexión personal y la atención a las necesidades de la comunidad local son elementos clave que las tiendas de barrio aprovechan para mantener su lealtad clientelar.
El impacto de los racionamientos eléctricos en las últimas semanas ha agregado una capa adicional de dificultad para los tenderos, quienes necesitan mantener los productos a la temperatura adecuada. Aunque demostrando resiliencia, los tenderos solicitan apoyo tanto del sector público como privado para sobrellevar estos desafíos. Con la esperanza de iniciar un diálogo con el nuevo Gobierno, buscan explicar su situación y obtener el respaldo necesario para preservar su papel vital en la cadena de distribución y mantener su contribución a las comunidades locales.
Con información de Primicias
