En un giro inesperado, el Ministerio de Trabajo de Ecuador anunció cambios sustanciales en la normativa laboral días antes de la transición de poder. Emitidos el 21 de noviembre por el saliente ministro Patricio Donoso, seis acuerdos ministeriales introdujeron modificaciones que abarcan jornadas laborales extensas, contratos especiales y ajustes en contratos de emprendimiento.
Entre las disposiciones más destacadas se encuentran las jornadas laborales de hasta 12 horas diarias, permitiendo una distribución más flexible del tiempo de trabajo a lo largo de la semana. Se establecen nuevas modalidades de contrato, como aquella diseñada para jóvenes empleados en centros de llamadas, así como un contrato especial para trabajadores mayores de 50 años que buscan completar los aportes necesarios para jubilarse.
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La abogada laborista Angie Toapanta ha levantado la voz de alarma respecto a estos cambios, especialmente en lo que respecta a la extensión de la jornada laboral máxima de 8 a 12 horas diarias y la autorización de jornadas que pueden acumular hasta 70 días continuos. Toapanta cuestiona la posible «prec aridad e inestabilidad» en los contratos productivos, que ahora podrán renovarse hasta dos veces, alcanzando hasta tres años en total.
La reforma también impacta los contratos de emprendimiento, introduciendo modificaciones en los pagos de seguridad social y beneficios, y establece que estos contratos podrán renovarse en dos ocasiones, extendiendo su duración hasta tres años. Asimismo, se ha regulado el contrato de trabajo especial para trabajadores con expectativas de jubilación, permitiendo que aquellos entre 50 y 60 años completen los aportes necesarios para su retiro.
La nueva normativa ha generado controversia, y la abogada Toapanta espera que la nueva ministra de Trabajo revise estos cambios y, posiblemente, los deje sin efecto. La incertidumbre prevalece entre los trabajadores y empleadores mientras el país evalúa el impacto de estas medidas en el panorama laboral ecuatoriano.
Con información de El Universo
