Con una historia arraigada en Otavalo, Ecuador, la empresa Pinto celebra su 110º aniversario en el mercado, dirigida por la tercera generación de la familia, con la cuarta generación preparándose para continuar el legado. A lo largo de su existencia, Pinto experimentó un destacado éxito, exportando más de dos millones de dólares en camisetas a Alemania en el pasado. Sin embargo, enfrentó desafíos cuando cambió la legislación ecuatoriana, como el Mandato 8, que prohibió la intermediación laboral, y cuando el mercado mundial comenzó a priorizar el precio sobre la calidad, además de la creciente competencia de Asia.
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Mauricio Pinto, el gerente general de la empresa, subrayó la visión a largo plazo de la compañía, centrándose en satisfacer a un nicho de mercado que valora la calidad. Actualmente, Pinto está explorando la posibilidad de ingresar a los mercados europeos, comenzando posiblemente por España, y están trabajando con asesores en Colombia para materializar este ambicioso plan.
Además, Pinto ha abierto pequeñas plantas en Perú y Colombia, con el objetivo de aprovechar los acuerdos comerciales existentes y expandir sus exportaciones. La empresa también ha enfocado sus esfuerzos en ser más eficiente y atractiva, invirtiendo en una fábrica con paneles solares que generan la mayor parte de su energía, reduciendo costos de producción y demostrando un compromiso con la responsabilidad ambiental.
Si bien su enfoque principal es la calidad y la satisfacción del cliente, Pinto espera un aumento del 7% en su facturación para el año 2023. Con una rica historia que se remonta a su bisabuelo, la empresa Pinto personifica la visión a largo plazo y la tenacidad necesaria para perdurar en un mercado altamente competitivo. Actualmente, Pinto da empleo a 462 personas en Ecuador y opera 38 tiendas en el país.
Con información de Expreso
