El papel estratégico del e-commerce en la lucha contra la inflación, el reciente informe trimestral del Banco de España proyecta menos crecimiento y mayor inflación para el próximo año.
Con un aumento del 4,3% estimado, el encarecimiento de los precios se convierte en una preocupación primordial para los consumidores, quienes han perdido un 4,5% de poder adquisitivo en los últimos dos años, según el mismo informe. En este escenario, el comercio electrónico emerge como un aliado crucial para contrarrestar estos desafíos económicos.
«El 60% de los consumidores percibe que las compras online les han ayudado a aumentar (un 17,7%) o a mantener su poder adquisitivo sin cambios (un 41%) en el último año. La posibilidad de comparar precios y encontrar mejores ofertas online son los dos factores principales para optar por el e-commerce frente a las tiendas físicas», explica Roberto Fumarola, CEO y cofundador de la plataforma logística Qapla`.
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Conscientes del impacto positivo del e-commerce en tiempos de inflación, Qapla´ se ha asociado con Skipper para llevar a cabo un estudio revelador. Según Davide Lugli, CEO de Skipper, «cualquier producto vendido online tiene una diferencia media del -30% respecto al precio offline, con picos de hasta el 50% menos. La marca y el nivel de precios son los factores determinantes, no la mercancía en sí».
Por qué el E-commerce Permite Mantener Precios Bajos:
El aumento de la transparencia y la competencia en línea se destacan como los principales impulsores que convierten al e-commerce en un aliado contra la inflación. La transparencia en términos de reducciones de precios en línea está respaldada por la reciente entrada en vigor de la Directiva Ómnibus en la UE, que protege los derechos de los consumidores en el entorno digital. La oferta casi infinita en la web facilita a los consumidores la búsqueda y comparación eficiente, eliminando barreras geográficas gracias a la expansión de las ventas transfronterizas.
La variabilidad constante de los precios en línea, determinada por algoritmos que analizan en tiempo real diversos parámetros, como la oferta y la demanda, la estacionalidad y las estrategias de la competencia, permite a los consumidores encontrar ofertas atractivas. «Debido al ritmo de la inflación de los últimos dos años, los eShoppers buscan ahorrar dinero comparando canales de compra online y offline. Esperamos que las ventas online alcancen el 30% de las ventas minoristas en 2030», añade Fumarola.
La automatización de procesos en el e-commerce aumenta la eficiencia y reduce los costes fijos, con estructuras de costes más flexibles en comparación con el comercio convencional.
Herramientas como Qapla` optimizan la gestión diaria y reducen los costes laborales, mientras que servicios de terceros como WMS y ERP simplifican operaciones y permiten la preasignación automática de envíos, optimizando márgenes y manteniendo precios finales más bajos.
En resumen, el e-commerce emerge como un jugador estratégico en la lucha contra la inflación, ofreciendo a los consumidores opciones más asequibles y transparentes, respaldadas por la eficiencia operativa y la flexibilidad en costes.
