El avance del comercio digital en España es imparable, todo apunta a que acabarán el año por encima de los 51.000 millones… y los ‘hackers‘ lo saben: el fraude en las operaciones de e-commerce asciende un 30 % y sufre un descenso en los punto de venta físicos y las cajas.
Así lo señalan las estimaciones del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
Si se mantiene la tendencia, los pagos con tarjeta sumarán un importe defraudado que abarcará más del 75% del total de fraude en el uso de esta vía de pago: «El fraude con las tarjetas de crédito se focaliza en Internet y desciende en los puntos de venta físicos y en los cajeros automáticos», señala el estudio.
El estudio explica que el aumento de las plataformas de venta online, que se expanden a todo tipo de operaciones comerciales, multiplica el ámbito del fraude a niveles desconocidos hasta ahora. La suplantación de identidad y el robo de datos en los pagos con tarjeta focalizan los delitos en las operaciones de comercio online y su expansión está impulsada por la «velocidad de vértigo» a la que se suceden esas operaciones.
Según se desprende del análisis
Las empresas carecen en la mayoría de los casos de medios para verificar en tiempo real los datos del instrumento de pago al ritmo acelerado con el que se cierran las operaciones, lo que proporciona enormes posibilidades para los defraudadores.
Instituto Coordenadas cree que el panorama no es demasiado alentador para el futuro. A pesar de que es previsible un incremento de las condiciones de seguridad de los pagos con tarjeta en general, el crecimiento exponencial del comercio electrónico, de sus operaciones y del montante de las mismas, van a minimizar en la práctica todo el esfuerzo de protección que se implemente, indica.
