Una necesidad en el camino a la transformación digital de las empresas, según Mckinsey, los procesos de transformación digital de gran escala fracasan hasta en un 70%. Estos procesos suelen llevarse a cabo en organizaciones privadas, públicas, universidades, colegios o en sistemas que necesiten adoptar nuevas y mejores prácticas tecnológicas; sin embargo, ¿qué lleva a que una transformación digital fracase o no alcance su máximo potencial?
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Entrevistamos al Ingeniero Alejandro Hill y la Ingeniera Adriana Villamil, expertos en el
campo de la gestión del cambio y la adopción de Axity, y comentan que la transformación
digital va más allá de la tecnología, no es solo implementar máquinas y servidores sino
también ajustar los procesos a la manera de pensar de los colaboradores en pro de ser más
eficientes y productivos.
Es un proceso que se compone de una preparación, una implementación, una gestión del cambio y finalmente una adopción o apropiación del cambio.
“El problema es que en un entorno se suele creer que una transformación digital termina en la fase de implementación y es en la adopción o apropiación cuando realmente se evidencia si el cambio fue efectivo y útil para los involucrados” afirman.
Existen diferentes caminos con los que las organizaciones pueden avanzar en su proceso
de transformación. Según el contexto, estas alternativas pueden tener diferentes alcances
(impactar a unas personas, a un grupo completo o incluso a un usuario final) o una
magnitud particular (por ejemplo, no es lo mismo cambiar un dispositivo o cámara que
cambiar el rol de un trabajador o una persona dentro de una cadena).
En ese sentido, es clave establecer un modelo de liderazgo asertivo, el cual es fundamental para direccionar este proceso de la forma correcta según la naturaleza del entorno o el tipo de transformación digital.
Entre más comprometido esté el líder de una organización con la transformación digital,
más exitosa será la transición. Según Mckinsey, este proceso es cinco veces más efectivo
cuando los CEO manejan una adecuada comunicación sobre el proceso y transmite
realmente el impacto positivo que traerá la transformación digital.
“El líder no solo es el mayor responsable del cambio tecnológico, sino también cultural. Él
es el principal facilitador en el proceso de gestión del cambio y la adopción”, dice Alejandro
Hill.
Así pues, es clave que durante el proceso un líder sea el que más entienda el significado del impacto y que también empodere no solo a los directivos sino a cada persona dentro de la organización.
Dentro de los procesos de cambio, se encuentran distintas percepciones que ponen a
prueba el éxito de la transformación digital. Por ejemplo, se suelen encontrar brechas intergeneracionales entre cada grupo de interés y esto se evidencia en que por ejemplo la transformación es más difícil en organizaciones con trabajadores con edades, en promedio, más altas.
La gestión del cambio es todo un recorrido que, si se efectúa adecuadamente, termina en la adopción correcta. “Después de la planeación y la implementación, se presenta una curva de aprendizaje y apropiación que debe ser observada, gestionada y analizada. El
acompañamiento en este momento es vital pues marcará para bien o mal el éxito de una
transformación digital”, asegura Alejandro Hill.
Para Hill y Villamil, no existen caminos cortos o fáciles para una adopción adecuada. Las
cifras demuestran que, entre más acciones se implementen, mayor éxito se recibirá.
Sin embargo, estos son algunos de las claves:
● Generar continuidad, consistencia y acompañamiento en todo el proceso de transformación. Según los conocedores, aplicar acciones a corto, mediano y largo plazo en todas las fases conducirá a una mejor adopción.
● Anticipar y comunicar desde el momento cero el proceso que se realizará y llegar con información sobre el impacto positivo del cambio a todos los grupos de interés.
● Como se mencionó anteriormente, la transformación digital es más efectiva cuando
los CEO de una organización son transparentes y coherentes con los objetivos de la
organización inmersa y sus colaboradores.
● Considerar la capacidad de la organización empresa. Ante esto, es importante la honestidad de los directivos sobre cuánto tiempo puede tomar el proceso y si se cuenta con las herramientas necesarias para el proceso.
● Capitalizar los errores. Según Villamil, son habituales los errores o imprevistos durante este proceso. Así que es importante convertir estas dificultades en hallazgos sobre la organización, su operación y capacidades digitales.
En ese orden de ideas, para que el desenlace sea una correcta adopción, los dos expertos
en transformación digital aseguran que es importante entender que el éxito no solo se mide
en comportamientos o creencias sino en métricas, datos y cifras. “La adopción no solo es
ocupar la tecnología sino ocupar correctamente a lo largo de los meses o años”, dice Hill.
De acuerdo con Mckinsey, las compañías que llevan a cabo una adopción correcta de la
tecnología pueden generar un crecimiento financiero en un 11%, algo superior al promedio
del 5% que logran la mayoría de las organizaciones.
