Innovadores no convencionales que transforman el mercado cosmético colombiano, el sector de cuidado y belleza se erige como una oportunidad dorada para emprendedores audaces en Colombia.
Con un crecimiento anual de más del 10% desde 2017, este mercado se ha expandido hasta alcanzar los $10,2 billones. En el ámbito de la belleza, Colombia solo representa un mercado de $3.000 millones, según cifras de la Andi.
Prosalon, Mac Cosmeticos y La Riviera encabezan las cifras de facturación en el sector cosmético, según Mall & Retail. Prosalon registró ventas de $72.244 millones en 2022, Mac Cosmeticos con $61.232 millones y La Riviera con $34.974 millones.
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Sin embargo, en este floreciente mercado, emergen jugadores no convencionales provenientes de diversas líneas de negocio que están dispuestos a apostar por la porción millonaria de estos $10 billones. Luisa Chimá, fundadora de marcas como Kaba, D′Luchi y La Receta CBD, cerró 2022 con ventas conjuntas de US$12 millones, y su objetivo para 2023 es alcanzar los US$17 millones. Además, están a punto de lanzar una nueva marca de cosméticos denominada OMG.
«Para esta nueva marca, contamos con un presupuesto inicial de inversión de US$4 millones. Hasta el momento, hemos invertido US$3 millones y ya hemos introducido tres productos en el mercado, centrados en la depilación y el cuidado posdepilatorio, mientras finalizamos el lanzamiento de nuestra línea de maquillaje», explica Luisa Chimá.
Con diez puntos de venta en Bogotá y Medellín bajo la marca Chimá, también tienen planes de expansión internacional en México y Estados Unidos. «Estamos trabajando para ingresar a Ecuador y España. Ya estamos en proceso de homologación sanitaria en Ecuador, y en España, a pesar de la complejidad y los costos, llevamos ocho meses en trámite», añade.
Explorando Nuevos Horizontes
La fundadora de estas marcas destaca que México se presenta como uno de los mercados más efectivos de la región. «En el primer semestre de 2023, exportamos US$3 millones. Aunque anticipamos una disminución en las ventas en el segundo semestre debido a problemas de permisos con el cannabis en México, ya que la regulación aún no está clara», concluye.
En otra esquina del mercado, emerge un jugador inusual: Café San Alberto. Originaria del Quindío, esta línea de café con más de cinco décadas de experiencia lanzó una gama de productos para el cuidado de la piel, incluyendo humectantes de labios, velas aromáticas, exfoliantes y jabones, todos elaborados a partir de la materia prima principal, el café.
Gustavo Villota, director de Café San Alberto, explica: «Esta línea surge de nuestra profunda admiración y pasión por el café, un objeto de culto para nosotros. Creemos que su presencia en diferentes categorías rinde homenaje con mayor fuerza a nuestro arte, nuestra tradición y extiende estos placeres a otros momentos de uso».
Aunque reconocen que en el mundo cafetero están acostumbrados a ciclos más largos, están dispuestos a enfrentar el desafío de este nuevo mercado con un plazo de hasta tres años para lanzar nuevas versiones de productos. «Nuestra experiencia nos ha brindado paciencia; en nuestras propuestas de café, hablamos de ciclos de ocho a 10 años para lanzar una nueva versión. En este nuevo mercado, hay un plazo de hasta tres años», señala el propietario.
Estos jugadores no convencionales no solo están desafiando las normas del mercado cosmético colombiano sino que también están abriendo nuevas posibilidades y tendencias, llevando el concepto de belleza más allá de lo convencional y explorando terrenos inexplorados con productos innovadores y enfoques únicos. Según publica Mall & Retail
