Ya lo demostraba el Índice de Confianza del Consumidor a cargo de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) del mes de octubre. Esa medición se ubicó en -1,3 %, lo que además representó una caída de 0,6 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del año pasado. El número da a entender que la confianza de los hogares colombianos sobre el futuro de la economía nacional no es sólida.
Estos datos se traducen en que los consumidores lo piensan dos veces antes de hacer compras como electrodomésticos, vehículos o vivienda. Es decir, son más racionales, menos pasionales al momento de gastar. Así también lo demuestra la consultora especialista en el estudio de consumo y mercado: Kantar Worldpanel.
De acuerdo con el informe “Consumer Insights” (Percepciones del Consumidor), se encontró que si bien durante enero y septiembre de este año el consumo de la canasta masiva en Colombia se mantuvo estable y tuvo un crecimiento del 3 % en valor, el número de visitas a puntos de venta disminuyó ocho veces en los primeros nueves meses del año.
“El consumidor está frente a un escenario distinto, en el que para mantener su gasto necesita pensar en reducir la frecuencia de compra, así el gasto promedio crece. Una compra más racional y planeada toma cada vez más relevancia en este proceso dentro de los hogares”, dijo Andrés Simon, country manager de Kantar Worldpanel.
Esto en otras palabras quiere decir que los colombianos están siendo más mesurados en sus compras, desarrollan una mejor planeación sobre sus gastos mensuales y eso se traduce en un mayor control del dinero.
Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional, explicó que ese ejercicio más juicioso, más detallado, se transforma en que las personas busquen nuevas formas de consumo, donde también habría que tener muy en cuenta lo que ocurre con el incremento en la preferencia de los consumidores locales por hacer compras a través de internet, por ejemplo. “Hay diversas opciones de gasto. También hay que incluir supermercados de descuento, que siguen ganando terreno”.
Y esa búsqueda ha hecho que cadenas de bajo costo sigan aumentando su participación en las preferencias al momento de hacer compras. Según mediciones hechas por Kantar Worldpanel, los hogares hacen 27 visitas anuales, en promedio, a los formatos de descuento para adquirir estos productos, donde se compran cerca de seis unidades en cada visita, y el costo promedio del total de compra es de 15 mil pesos.
De ahí también el hecho de que exista un mayor interés por las marcas propias. En el último año este tipo de productos ganaron 10 puntos de penetración y ya representan el 77 % de participación, versus el 23 % de las marcas de fabricantes.
