Cadena de frío: un desafío para el sector farmacéutico y de alimentos, antes de que los alimentos lleguen a nuestra mesa o una medicina a nuestro botiquín, han pasado por diversos procesos y manipulaciones que pueden alterar positiva o negativamente su consumo.
Uno de los más importantes es la cadena de frío, elemento clave para garantizar la inocuidad de estos productos.
En el caso de los alimentos, la ruptura de este conjunto de procesos hace que los gérmenes y bacterias se activen generando la pérdida de valores nutricionales y, en algunos casos, riesgo de intoxicaciones. A propósito, cifras de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) aseguran que una de cada diez personas se ve afectada cada año por enfermedades de transmisión alimentaria.
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Esta situación es similar en las vacunas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) encontró que el 25% de estas no llegan a su destino en condiciones adecuadas debido a una mala transportación.
Además, el Institute for Human Data Science reportó que en 2019 se desperdiciaron cerca de 35 mil millones de ejemplares en la industria farmacéutica por problemas relacionados con la temperatura durante su traslado.
Cadena de frío, un mercado en crecimiento
Ante este escenario, el sector logístico ha hecho grandes esfuerzos por fortalecer su cadena de valor y brindar cada vez más seguridad a los consumidores, lo que a su vez ha generado un incremento exponencial de la industria. Tanto así que datos de Mordor Intelligence prevén un crecimiento de este mercado en Colombia cercano a los USD352.68 millones para 2028.
Para ayudar a las compañías en este propósito, Zebra Technologies, proveedor líder de soluciones digitales que permite a las empresas conectar de forma inteligente datos, activos y personas, desarrolló los sensores electrónicos ZS300 y ZB200. Estos fueron creados para garantizar el control y monitoreo de la temperatura de los alimentos, medicinas, vacunas, flores, entre otros productos que requieren de la cadena de frío.
Estas soluciones aumentan la visibilidad de la información y detectan variaciones térmicas oportunamente para que las empresas cumplan con los requisitos y el control de calidad requeridos para este tipo de productos. De igual manera, minimizan el desperdicio y reducen los costos de reenvío por daños.
Confianza, la clave para consolidarse
Según el Estudio sobre la Seguridad en la Cadena de Suministros de Alimentos de Zebra, el 82% de los consumidores considera importante conocer cómo se fabrican, preparan y manipulan sus alimentos. Sin embargo, tan solo el 13% siente que la industria está preparada para mostrar con tranquilidad la forma en la que los alimentos viajan a lo largo de la cadena de suministro.
“Los consumidores ya no solo se preocupan por los productos que adquieren, también quieren conocer lo que está detrás de ellos, su manipulación y nivel de salubridad son cada vez más importantes para la decisión de compra”, afirmó Daniel Vargas, Gerente de Producto para el portafolio de Impresión y Suministros de Zebra Technologies en América Latina. “Para lograrlo, en Zebra hemos desarrollado herramientas como los sensores de temperatura electrónicos, capaces de monitorear toda la cadena de frío, desde el fabricante hasta el distribuidor; y desde el hospital, la clínica o la farmacia hasta el paciente, para identificar rápidamente cualquier riesgo que pueda existir” concluyó Vargas.
Sensores ZS300 y ZB200, gestores de innovación
Por otra parte, las soluciones de Zebra sobresalen por su capacidad de reutilización, ya que tienen un empaque mínimo biodegradable. Además, una vez agotada su vida útil, la compañía ofrece a sus clientes la posibilidad de recolectar los dispositivos para desarmarlos y reciclarlos, garantizando que menos del 1% de los productos terminen en un basurero.
A su vez, estos sensores pueden ser complementados con los indicadores ZeOn-demand, que se colocan sobre etiquetas de impresión térmica y dan información clave sobre la exposición de un producto a las condiciones ambientales. Esta solución única en el mercado ofrece códigos de barras y texto variable que, a través de indicios visuales, alertan cualquier alteración de la cadena de frío.
Estas herramientas poderosas resultan claves para industrias como la de alimentos y la farmacéutica, permitiéndoles no solo garantizar la seguridad y trazabilidad de los artículos que transportan y fabrican, sino también salvar vidas y contribuir significativamente a la protección del medioambiente.
