Falta de insumos y alta demanda complica a la industria del embalaje

Persona en oficina embalando una caja

La pandemia ha afectado a diversas industrias y comercios, y el creciente mundo de los empaques y la gráfica no ha sido la excepción.

El Covid-19 paralizó desde marzo a agosto a miles de empresas que regularmente consumían empaques de papel, por lo que la industria del packaging se vio afectada durante cinco meses. Por otro lado, el gobierno chino prohibió la importación de papel recuperado para producir Testliner, Onda y Kraft.


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Esto derivó en que las compañías chinas, ante la falta de materia prima para fabricar ellas mismos el papel, recurrieran a producto final fabricado por empresas internacionales, copando la demanda mundial.

Esta situación marcó el inicio de una importante crisis en la industria a nivel global, ya que diversas fábricas de América y Europa principalmente no fueron capaces de cubrir la demanda del creciente mercado de papel para delivery que durante la pandemia ha jugado un rol protagónico, por lo que las empresas productoras se han visto en la necesidad de subir los precios de sus productos entre un 20% a 30% y muchas, así y todo, han tenido quiebres de stock.

Adicionalmente, ha aumentado el costo de la celulosa, del papel recuperado y de los distintos insumos para la fabricación del papel.

El subgerente regional de abastecimiento de Forsac, que fabrica sacos de papel, Sergio Bartolucci; afirmó que “la pandemia cambió muchas conductas que van a permanecer por un largo tiempo y desde el mundo de los papeleros lo más relevante es que con esto el papel se válida como una opción potente en sustentabilidad, sanidad y una solución para esta estadía obligatoria que requieren diversos tipos de empaques”.

La logística también se ha visto significativamente afectada por los largos plazos de entrega, la incertidumbre de los espacios de carga, escasez de contenedores y el alto precio del transporte naviero, consecuencia inicial del menor tráfico de barcos por la baja actividad durante la pandemia y las duras condiciones sanitarias.

El Covid-19 también le ha traído problemas a la industria gráfica, como aseguró la gerente general de la Asociación de Impresores de Chile (Asimpres), María Eugenia Mingo. “Por una parte, hubo gran demanda de impresos para dar respuesta a las necesidades señaléticas y material sanitario por la emergencia y por el explosivo crecimiento del e-commerce que generó una fuerte demanda por packaging y el mercado de etiquetas. Este crecimiento del delivery generó no solo en Chile, sino que en el resto del mundo quiebre de stocks de cartulina y papel autoadhesivo interrumpiendo el normal abastecimiento”, indicó.

Los papeles de impresión y escritura han sido los más perjudicados de esta pandemia, ya que además de ser insumos que han tenido caídas en la demanda en torno a 10% anuales en los últimos tres años, diversas empresas habían decidido cerrar sus fábricas para optar a reconvertir sus máquinas en papeles para empaques. Según el sitio web Mundopapelero, durante este año de pandemia se ha dejado de fabricar alrededor de tres millones de toneladas de papel de impresión y escritura, con una gran pérdida de puestos de trabajo y a un gran sector sin productos.

Sin embargo, hay empresas que se prepararon ante este posible escenario, como la papelera Imac. Su gerente general, Danilo Burón, aseguró “durante abril, mayo, junio y julio tuvimos una baja de un 50% en nuestras ventas. Aun así, predecimos el posible escenario que se vendría en agosto, por lo que nos preparamos y subimos en un 20% nuestras ventas sobre nuestra cifra récord”.

El panorama no es muy esperanzador, ya que se espera que el primer trimestre de 2021 la falta de insumos continúe.