Chile: «En general, se exagera el efecto del comercio electrónico en la industria del retail «

El principal analista para A. Latina de la intermediaria brasileña cree que en Chile no se repetirá la crisis que hubo en EE.UU.

Amazon no generará un «apocalipsis» en el retail chileno. Así lo estima Joaquín Ley, quien encabeza el equipo de análisis en renta variable de Itaú BBA para América Latina y es su experto para el sector. Aunque tiene recomendaciones de subponderar en los dos grandes papeles chilenos que cubre (Cencosud y Falabella) dice que es optimista con el retail y que las empresas establecidas no desaparecerán con la irrupción de Amazon u otros jugadores equivalentes. «En general se exagera el impacto que tendrá el comercio electrónico en el retail» , dice.


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De hecho, explica que la crisis que ha tenido la industria en EE.UU. debido al cierre de varias cadenas departamentales y centros comerciales en los últimos años, no se debió al e-commerce , sino que a otras tendencias, las que no afectan de igual manera a Chile. La primera fue la aparición de tiendas de descuentos o liquidación llamadas off price retailers , que si bien son tiendas «de ladrillo y concreto», implicaron una fuerte competencia con base en precios bajos en productos de calidad. El ejecutivo dice que esto no se dará en Chile, pues su presencia es mínima.

Ley además explica que en EE.UU. hubo sobreinversión: en 2008 había 180 m {+2} de estos formatos por cada 1.000 habitantes. Actualmente en Chile esta tasa llega a los 70 m {+2} y en México, a 54 m {+2} .

Una tercera razón fue el surgimiento de las cadenas fast fashion , que venden ropa barata de renovación frecuente, como Zara, H&M o Topshop, formato que ganó cuatro puntos de mercado entre 2008 y 2016 en EE.UU. Ley dice que en Latinoamérica gran parte del fast fashion es controlado por las cadenas departamentales: «pueden manejar la velocidad de la canibalización», dice.

Solo la cuarta tendencia es el e-commerce . «Amazon fue un reality check , pero en general se exagera el efecto del comercio electrónico en su impacto; los retailers latinoamericanos han tenido tiempo de prepararse», dice Ley.

Pese a eso, el estratega dice que tiene una recomendación de compra en Mercado Libre, firma que anunció un aumento de capital de unos US$ 1.800 millones, mientras que Falabella buscó uno de US$ 800 y solo levantó US$ 600 millones. «Recomendamos subponderar Falabella, pero no es que crea que el primero acabará con el negocio del segundo, más bien tiene que ver con valorizaciones relativas», dice. «Falabella es una gran empresa, con un gran equipo y estrategia, pero se trata de una acción cara, según los múltiplos».

La ventaja del ladrillo

Sí cree que la integración de canales físicos y electrónicos, llamado omnichannel , da una serie de ventajas competitivas a las cadenas tradicionales. «Falabella tiene 50 tiendas departamentales y Mercado Libre nunca va a tener 50 centros de distribución en Chile», dice. «Cada una de las tienda es un centro de distribución». Esto debido al crecimiento del click and collect , el mecanismo por el cual uno compra online , pero va a buscar el producto a la tienda. «En México, el 50% de las ventas son click and collect, y en Reino Unido, el mercado más desarrollado de e-commerce en el mundo, crecen en 60%», dice. «En Inglaterra, la mayoría de los edificios no tiene un portero ni gente en las casas, y prefieren recoger las compras de camino al trabajo; con esta tendencia, combinar tiendas físicas y virtuales es fundamental».

Ley además analiza la reciente desaceleración que tuvo la industria chilena, para lo cual aduce tres factores: el lento crecimiento del empleo formal («la variable macroeconómica más relacionada con las ventas de las tiendas por departamento»), los altos inventarios debidos a altas expectativas y la caída del flujo de argentinos («Nunca había visto que un grupo de turistas específico pudiera mover tanto las cifras»). No obstante, dice, estos tres factores debieran revertirse durante el año, lo que se notará en las ventas en las mismas tiendas.

«No recuerdo otro caso donde un flujo de turismo moviera las ventas de las tiendas por departamentos. Hay que recordar que antes de su crisis, venía cerca de un millón de argentinos a Chile solo a comprar».