La confianza de los comerciantes en Bolivia es preocupante

comerciantes- Chubut supermercados

La confianza de los comerciantes minoristas en Bolivia está experimentando una significativa caída, lo que refleja las preocupaciones económicas que enfrenta el país. A pesar de los esfuerzos del Gobierno para promover la recuperación económica con el hashtag #PorLaSendaDelCrecimiento, una encuesta indica que la crisis económica persiste y afecta especialmente a las tiendas de barrio y pequeños comercios minoristas que dependen de ventas diarias.

El Indicador de Confianza del Punto de Venta Minorista (IC-PDV), desarrollado por Zoomin Group, una empresa de investigación de mercado, se utiliza para evaluar el nivel de optimismo o pesimismo de los propietarios de estos negocios sobre la estabilidad de sus empresas y la economía en general, así como sus expectativas futuras (12 meses). A principios de 2023, este indicador se situó en 113 puntos, lo que representa una caída significativa desde los 138 puntos alcanzados en 2022.


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Los comerciantes minoristas, que incluyen tiendas de barrio y mercados, expresan su preocupación por la falta de dinero entre sus clientes y los crecientes precios de los productos básicos, lo que afecta sus ventas. Aunque las autoridades sostienen que la inflación se mantiene baja, los comerciantes afirman que los precios están subiendo en una variedad de productos, desde alimentos hasta productos de cuidado personal y del hogar.

El economista Germán Molina señala que la inflación se mantiene baja en parte gracias a los subsidios estatales en combustibles y alimentos, lo que distorsiona la realidad económica. Además, la cotización paralela del dólar está afectando a los pequeños comerciantes, lo que contribuye a la percepción de inestabilidad económica en el país.

En este contexto, la confianza del consumidor está disminuyendo, lo que lleva a un ajuste en los gastos y a un menor consumo, lo que, a su vez, afecta la economía en general. La curva del IC-PDV muestra una tendencia a la baja, acercándose peligrosamente a la zona de pesimismo, lo que refleja la preocupación de los comerciantes por el futuro de sus negocios y la economía boliviana en general.

Con información de Ernesto Estremadoiro Flores de El Deber