El contrabando de cigarrillos impacta la industria Boliviana: retos y desafíos

comercio cigarrillo

El contrabando de cigarrillos se ha convertido en un desafío significativo para la industria boliviana, generando un impacto negativo en diversos sectores debido a la venta de productos ilegales a precios considerablemente más bajos, al eludir las normas tributarias y de sanidad. Este fenómeno afecta no solo la economía, sino también la imagen de Bolivia, que corre el riesgo de transformarse en un «hub» de productos ilegales en lugar de ser un punto de distribución de mercancías legales entre el Atlántico y el Pacífico.

El contrabando se ve incentivado por cuestiones impositivas, ya que la ausencia de Impuesto al Consumo Específico (ICE) en Bolivia, a diferencia de países productores como Paraguay, reduce el costo de los cigarrillos contrabandeados. Zonas como Yacuiba, con una extensa frontera con Argentina, experimentan un flujo constante de productos sin control, evidenciando la magnitud del problema.


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El economista Gabriel Espinoza destaca que la asimetría impositiva entre los países de la región impulsa el contrabando de cigarrillos, siendo Chile el país con mayor carga impositiva. La falta de un control riguroso facilita el traslado de grandes volúmenes de tabaco desde Paraguay a través de Bolivia, convirtiéndose en una ruta para el contrabando hacia mercados vecinos como Chile y Perú.

Aunque se han realizado esfuerzos por parte de la Aduana Nacional y el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando para frenar este problema, la falta de un control eficaz permite que los contrabandistas operen con relativa impunidad. Los reportes de incautaciones de cigarrillos de contrabando en diferentes puntos del país reflejan la magnitud del fenómeno y su impacto en la economía.

Espinoza subraya que Bolivia, debido a su posición geográfica, podría convertirse en un hub de productos legales, pero la debilidad institucional impide su formalización. La falta de un control riguroso en las fronteras facilita el comercio ilícito, afectando no solo a la industria del tabaco sino también a diversas cadenas productivas. Se estima que el movimiento económico del contrabando de cigarrillos en el país ronda los 15 millones de dólares, evidenciando la necesidad de abordar este desafío de manera integral.

Con información de Eju.tv