Tras las medidas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei en Argentina, conocidas como el «Efecto Milei», Bolivia se encuentra en vilo ante posibles repercusiones. Mientras las poblaciones fronterizas de Bermejo y Villazón no mostraron alteraciones inmediatas, los comerciantes expresaron preocupación por la falta de compradores de ambos países. Economistas bolivianos anticipan un impacto positivo para la industria nacional, ya que la devaluación del peso argentino podría encarecer las importaciones, dando así oportunidad a la producción local.
El presidente argentino, Javier Milei, adoptó medidas liberales, incluyendo la reducción de subsidios y la devaluación del dólar oficial, generando incertidumbre en la región. Aunque las poblaciones fronterizas bolivianas no evidencian cambios significativos, algunos comerciantes expresan su preocupación por el aumento de precios en el lado argentino y sus posibles repercusiones en Bolivia, especialmente para pequeños comerciantes.
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Desde el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), se teme una disminución de remesas y se anticipa una oportunidad para la industria nacional debido al encarecimiento de las importaciones argentinas. Sin embargo, existe incertidumbre sobre las relaciones entre ambos gobiernos. La Cámara Nacional de Industrias comparte la esperanza de un posible beneficio para la industria boliviana, al dejar de recibir contrabando y generar una posible sustitución de importaciones.
El Gobierno boliviano no espera una afectación significativa, y algunos analistas apuntan a la importancia de la estabilidad política y económica en Argentina para el beneficio mutuo. Aunque se espera una disminución de las remesas debido al alza de precios en Argentina, se desconoce si habrá un retorno significativo de bolivianos al país. La incertidumbre persiste, y la esperanza radica en posibles acercamientos entre gobiernos y negociaciones que fortalezcan las relaciones comerciales.
Con información de Correo del Sur
