La vitivinicultura avanza por el sello de «Argentina sostenible»

Vino rosé

La vitivinicultura Argentina avanza hacia la sostenibilidad con el sello ‘Argentina Sostenible'»

La cadena productiva vitivinícola en Argentina está en camino de obtener el prestigioso sello «Argentina Sostenible», resultado de una colaboración entre la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y los principales organismos de certificación del país. Este sello, concebido como una insignia distintiva para la producción vitivinícola del país, busca fomentar y reconocer la implementación de prácticas y procesos productivos sostenibles en toda la industria.


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La iniciativa promovida por Coviar, un organismo público-privado, es un paso hacia el cumplimiento de los estándares de certificación en sostenibilidad, y representa un impulso significativo para elevar la calidad de las prácticas en la vitivinicultura. En un contexto en el que la sostenibilidad es un pilar central del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al año 2030, esta acción refleja un avance concreto hacia la materialización de los objetivos sostenibles en el sector.

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Adolfo Brennan, líder del proyecto de Sostenibilidad en Coviar, destacó la importancia de esta iniciativa, subrayando que la «Guía de Sostenibilidad» desarrollada en el marco del PEVI 2030 será un recurso valioso para diversos proyectos vitivinícolas, independientemente de su tamaño o tipo de producción. La guía, avalada por la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV), brinda pautas para la autoevaluación de prácticas de responsabilidad social y sostenibilidad en organizaciones vitivinícolas, cubriendo una amplia variedad de características, tamaños y niveles de desarrollo en el tema.

Además de la guía, Coviar ha impulsado capacitaciones y programas, como el «Bootcamp Ruta Sostenible», dirigidos a bodegas de distintas regiones de Argentina. A través de esta serie de programas, se busca inducir y sensibilizar a las bodegas sobre prácticas sostenibles. El proyecto ha contado con una inversión significativa, financiada por las propias bodegas y aportes gubernamentales, para fortalecer la transición hacia prácticas más sostenibles. La presentación del Reglamento de Certificación para la Guía, en colaboración con certificadoras reconocidas, subraya el compromiso de la industria vitivinícola con la sostenibilidad y el desarrollo responsable.

Con información de El Once

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