La ciudad cuenta con 35 lugares habilitados y las multas son de un mínimo de $120.000 por ruidos molestos.
Tras el despliegue de controles por ruidos molestos en bares por parte de la Municipalidad y las quejas de los vecinos en distintos puntos de la ciudad, analizan un nuevo código de nocturnidad y actualizar la ordenanza de ruidos molestos.
Los controles se prolongaron en estas últimas semanas, luego de que los vecinos que residen cerca de los locales gastronómicos se quejaron por los ruidos molestos. Clausuraron uno en avenida Centenario que no contaba con la habilitación y otros dos ubicados en la avenida 3 de Abril, que no cumplían con las normas de seguridad.
“Estamos analizando condiciones para nuevos códigos de nocturnidad, actualizado las cuestiones a estos tiempos modernos, relacionadas a las quejas. Así que estamos dedicados al tema para solucionarlo”, indicó el intendente Eduardo Tassano.
“Estamos viendo el tema de los ruidos molestos por los bares, sabemos que hay quejas de los vecinos. Estamos inspeccionando los diferentes lugares y clausurando cuando corresponde”, afirmó a El Litoral.
En ese sentido, Tassano confirmó que existe una ordenanza municipal de ruidos molestos pero buscarán modificarla. “Hay nuevas tecnologías para atenuar los sonidos, adecuar los horarios y ver las diferentes zonas”, afirmó al respecto.
“Tenemos que actualizarlos, pero en algunos casos, con el tema de la pandemia se cerraron muchos lugares. Ahora se está volviendo a la normalidad, por eso vamos de a poco”, explicó.
La ciudad de Corrientes cuenta con 35 lugares que funcionan como bar, las inspecciones son realizadas por la Municipalidad una vez que los vecinos llaman a Ruidos Molestos.
Éstos elevan el pedido y son comunicados para proceder. Una vez que constatan el incumplimiento, el Tribunal de Faltas se encarga del cobro de las multas que como mínimo son de $120.000.
Algunos bares y restaurantes se encuentran habilitados solo para la venta y consumo de comidas y bebidas en el lugar, con música moderada.
De esta manera no pueden funcionar como locales bailables, ya que no cuentan con ese permiso. Para hacerlo, deben cumplir con otras normas de seguridad, como tener salida de emergencia, sonorización, uso de suelo, límite en la cantidad de personas y otras medidas que contempla la ley.
El secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Ignacio Maldonado Yonna, en Radio Continental indicó a fines del mes pasado que “los bares no pueden funcionar como boliches, solo un local bailable está habilitado para tal rubro. De todas formas es necesaria una reforma del Código de Convivencia para ordenar las actividades y generar una mixtura de usos, para que no haya inconvenientes”.
Los valores de los velocímetros de sonido son controlados y medidos por profesionales, por lo que el uso de cualquier instrumento para medir no cuenta como válido.
Los niveles pueden llegar hasta 68 dependiendo de la zona. Las zonas residenciales tienen un valor menor de tolerancia de volumen. Éstos van a depender de los horarios y días.
Fuente: El Litoral
