Argentina: Así cambió la moda argentina durante estos 100 días de cuarentena

“A partir de las 00hs de mañana deberán someterse al aislamiento social, preventivo y obligatorio”, dictó Alberto Fernández el 19 de marzo. Pasaron 100 días, y la Argentina continúa en el confinamiento.

Para la industria de la moda, el impacto de la cuarentena también tuvo sus consecuencias. Los diseñadores que tenían sus tiendas y ateliers tuvieron que cerrarlos. Quienes contaban con citas programadas, tuvieron que suspenderlas, y quienes tenían ya todo listo para presentar su colección suspendieron sus desfiles. La misma Cámara Argentina de la Moda, fundada en 1905, declaró una “emergencia en la moda”.


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Tiempos de pandemia. Tiempos de reinventarse

Benito Fernández desde casa
Uno de los primeros en reinventarse fue Benito Fernández. El reconocido diseñador de modas, con más de 32 años en el mundo fashionista ya tenía todo preparado para presentar su colección llamada “Botánica”, pero no pudo ser posible por el brote de coronavirus que golpea al país.

Sin quedarse con los brazos cruzados, Benito ideó una puesta en escena desde el living de su casa y organizó un desfile online. “Nos quedemos en nuestras casas, pero no por eso vamos a dejar de crear y mostrar lo que hicimos esta última temporada”.

Esta idea no la tuvo solo, fue un proyecto familiar donde cada integrante desplegó su talento. Lo acompañó Marina, su hija también diseñadora, y Lucas, su otro hijo, que se ocupó de ponerle melodía y voz a la presentación.

Jorge Rey que tenía sus ya listos sus vestidos vaporosos, dejó todo listo en Buenos Aires para cuando se pueda presentar, y creó una nueva línea estando en cuarentena de unos cuatro modelos y lo mostró vía Instagram Live para todos sus seguidores.

“Futuro Alado surgió en el medio del aislamiento social y de todo lo que estamos viviendo. También quise reflejar todo lo que estamos viviendo, los barbijos, cómo protegernos con la ropa con cuellos altos y muy poca piel al descubierto”, explicó el joven diseñador a Infobae.

“Hoy es momento de buscarle la vuelta, hay que estar unidos y prepararse para el futuro”, alentó.

Los diseños de tapabocas, hoy un imprescindible para la vida cotidiana

Evangelina Bomparola contó a Infobae que cerró las puertas de su local de Avenida Alvear unos días antes de que decretaran la cuarentena total por prevención. Sin embargo, desde el lunes 11 de mayo volvió de 12 a 16hs para atender por videollamada a sus clientas y asesorarlas por esa vía.

La diseñadora que tiene más de 18 años al frente de su marca, está fabricando protectores faciales de seda natural reversibles diseñados con los colores característicos de la colección de invierno y algunas estampas. “Están bordados con cristales con el logo de la marca (EB) y ya va van por la tercera serie y las entregas las hacen personalmente o con un taxista de confianza. Cierran los pedidos al vacío con previa desinfección con alcohol al 70%”, detalló Bomparola a Infobae.

Por su parte, quién también está realizando tapabocas de autor es Pía Carregal. Los de Pía están confeccionados en cuero, son de uso comunitario y son exclusivamente para sus clientas.

Pía contó a Infobae que su colección de invierno no la pudo presentar como hubiera querido, pero que está disponible en su tienda online, y que tiene esperanzas de poder hacer un desfile con la colección de verano. “No sabemos aún en el verano cómo vamos a presentar, suponemos que también online”.

Romina Savastano es diseñadora hace más 20 años. Cuando comenzó en la industria lo hizo confeccionando trajes para chefs y empezó de la mano de Francis Mallmann. Con la llegada de la pandemia estos quedaron de lado y los tapabocas comenzaron a ser un recurso necesario en la vida de Romina.

“Mi hermano ya me había adelantado que en la cocina iba a ser obligatorio el uso del barbijo para los cocineros y en China ya se estaban usando. Cuando estalló el tema del coronavirus yo empecé a diseñar un modelo cosiendo a mano lo más que podía desde mi casa y lo que hice fue hablar con un médico y él mismo fue quien me dijo que lo haga para no desabastecer los quirúrgicos, y realizar de tela, con filtro y que cumplan su función”, dijo a Infobae la diseñadora.

Romina contó que cuando decretaron el uso obligatorio del barbijo, se quedó toda la noche preparando una la producción y durante la primera semana sacó el permiso para darles trabajo a las personas que están en su equipo y asi comenzó a producir en gran cantidad para todos y hasta modelos de niños.

El nuevo guardarropa: la comodidad primero

Con la nueva modalidad de trabajo, el blazer, el pantalón de vestir y los zapatos quedaron en el guardarropa archivados hasta nuevo aviso, al menos por un tiempo.

“En lo personal dejé de usar saco, camisa y corbata que usaba para ir a trabajar, al no estar en televisión y atendiendo clientes e ir a eventos dejé de usarlos en este momento y creo que uno se ha vuelto más práctico a la hora de tener que elegir qué ponerse”, comentó el diseñador y asesor de imagen César Jurisich.

El experto piensa que la practicidad es lo que ha cambiado en la cabeza de los argentinos hoy, tanto de hombres como de mujeres. “Hoy en día las tendencias son lo que tenés en tu guardarropas, porque con la cuarentena uno se pone lo que tiene, no es que uno va a salir a comprar nueva ropa”.

Los protocolos de las tiendas

Nuevos Protocolos para la reapertura de comercios en la ciudad de Buenos Aires #informe
Luego de más de 80 días cerrados, finalmente el 8 de junio la ciudad de Buenos Aires dio el visto bueno para que los locales de indumentaria y calzado puedan abrir los locales, pero siguiendo un riguroso protocolo de higiene para las personas dentro y fuera del comercio que lo sugirieron desde FECOBA, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En el interior del local, se debió colocar cartelería visible en el comercio, con información actualizada sobre métodos de Prevención ante el COVID- 19. Señalizar los lugares de espera para mantener una distancia de 1,5 metros entre vendedor-cliente y entre clientes.

Y siempre que sea posible se aislará al trabajador de las personas externas al establecimiento. Asimismo, de ser posible, se colocarán mamparas o pantallas para separar al/los trabajadores/es del público en general y disponer contenedores de residuos en el interior del local.

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