De acuerdo al portal de noticias Titulares.ar, 8 vinos increíbles para descubrir Chubut, la joya de la Patagonia; Frescura inigualable y pura fruta, dos de las características de los vinos que están elaborando los pequeños productores en la límite más austral de la vitivinicultura argentina
Son solo 139 hectáreas de viñedos. Poco, muy poco si tenemos en cuenta que en toda la Argentina hay más de 46.000 hectáreas de Malbec. Pero aun así y todo, esa pequeña superficie tiene potencia suficiente para generar mucho ruido. A tal punto que hoy no se puede hablar de la diversidad de los vinos argentinos sin hacer referencia a lo que sucede en chubut.
es una historia de vinos casi imposibles. A «viticultura heroica«, según define el sumiller Andrés Rosberg al inaugurar la clase magistral que se realizó en el marco de una nueva edición de la expo Vinos y Negociosorganizado por la consultora Wine Revolution, a cargo de Javier Menajovsky.
“Es menos del 1% de la superficie de viñedo del país pero es tremendamente vigoroso. Y es interesante porque los vinos de Chubut le agregan una paleta de colores al vino argentino, porque produce vinos diferentes. En el país del Malbec, en Chubut mandan la Chardonnay y la Pinot Noir”, resumió Rosberg.
El expresidente de la Asociación Argentina de Sumilleres (AAS) agregó que hace apenas unos años «Fue loco pensar que en Chubut se pueden hacer vinos; en 2015 solo había una bodega. Y considero que es una viticultura heroica porque en esa parte de Chubut tienen que lidiar con el frío, los vientos enormes, la distancia, los costos más altos. Y así como el clima es extremo, los volúmenes de producción son más bajos».
A modo de síntesis, afirmó que para hacer vinos en Chubut es vital tener espíritu emprendedor: “Si no hay obstinación, es directamente imposible producir allí«.
Actualmente hay 139 hectáreas de viñedos en Chubut
Por su parte, Leandro Cavaco, ministro de Agricultura de Chubut, ratificó lo nueva que es la zona en el mapa vitivinícola nacional: hace 15 años no se producía una sola botella de vino y hoy estamos viviendo un desarrollo importante, con 11 bodegas
“Hace 15 años no se elaboraba una sola botella de vino y hoy estamos viviendo una evolución más que interesante, con 11 bodegas registradas, casi 140 hectáreas plantadas y con el objetivo de el doble de esa cantidad de hectáreas en los próximos años. Hoy la provincia está siendo vista como un polo receptor de inversiones para la industria vitivinícola”, afirmó el funcionario.
Casa Bodega yagüe
Una de las bodegas pioneras en la provincia es Casa Yagueuna pequeña bodega ubicada en el Valle de TrevelínA 12 kilómetros de la frontera con Chile ya unos 150 kilómetros al sur de la frontera con Río Negro.
“Compramos la propiedad en el 2004, para iniciar un proyecto agrícola. Desarrollamos una plantación de Angus. Nuestras hijas eran niñas y en ese ambiente iniciamos una nueva vida familiar. El proyecto de la viña vino en el 2014, cuando plantamos a mano Chardonnay y Sauvignon. Blanc, con un desconocimiento total del mundo al que nos adentrábamos, pero enseguida entendimos que teníamos que buscar la excelencia, dada la escala que teníamos”, explica Marcelo Yagüe, impulsor de la bodega.
En 2017 tuvieron su primera cosecha y hoy cuentan con casi 6 hectáreas. están produciendo unos 7.000 botellas al año pero con el objetivo de llegar a los 25.000, siempre bajo la dirección enológica de Agustín Lombroni y la labor agronómica de Ricardo García.
Casa Yagüe Semillón
Un blanco muy interesante que tiene una característica singular: importaron barricas francesas pero no las tostaron al fuego, sino por radiación, calentando piedras volcánicas. Esto, según explicó Marcelo, permite que el aporte de la madera sea mucho más sutil y resalte la fruta y la mineralidad del vino. En nariz es sumamente expresivo, con notas de fruta blanca fresca y esa barrica cero invasiva que hace un poco más compleja la paleta. En boca muestra un acidez marcada, casi masticablecon un juego muy interesante entre la fruta blanca, los toques cítricos, el carácter mineral y el dulzor muy, muy sutil que le aporta la barrica.
Casa Yagüe Pinot Noir
Esta copia está hecha con un 30% racimo entero y grabó un paso de 6 meses en barrica de roble pero tostado con piedra volcánica. Es un tinto muy expresivo, con mucha fruta roja brillante y toques florales. Cuando lo sirvas en la copa, no lo agites ni lo oxigenes: acerca tu nariz y sentirás la pureza del lugar. En boca, Es un vino de rica jugosidad e intensa acidez.. Tiene un desarrollo largo, ligeramente tenso, con un final largo y muy fresco.
Bodega Contracorriente
Contra Corriente es otro proyecto que también se ubica en Trevelin. Nació en 2013, cuando se decidió plantar Sauvignon Blanc. Sin embargo, no fue fácil: casi todas las plantas murieron a causa de las heladas. Fue entonces cuando decidieron implementar un sistema de riego por aspersión y las plantas pudieron sobrevivir. Hoy tienen 4 hectáreas plantadas de Chardonnay, Pinot Noir y Gewürztraminer y, según Sofía Elena, enóloga de la bodega, «Nuestra filosofía es lograr la mejor expresión del lugar. tener la mejor fruta posible en el viñedo y hacer lo mínimo posible en la bodega. Por eso somos orgánicos».
Contra la Corriente Chardonnay
A chardonnay diferente, sutil. Hay fruta blanca, un ambiente cítrico y toques herbáceos que delatan que fue un año muy frío. En boca es sabroso, es un vino que se apoya en un frescor que se apodera del paladar, pero que está bien ensamblado. Se dejan sentir algunas manzanas verdes, pomelo y melocotón y se percibe un ligero aporte de la barrica. Final con una frescura a toda orquesta. Uno de los Chardonnays más vibrantes que se pueden degustar en Argentina.
Contra la Corriente Pinot Noir
Un vino con mucha fruta roja, puro, bien definido. Una fruta que habla de los valles patagónicos. Añade un toque de hojas secas y un toque herbal. En boca es largo, tenso y jugoso, con un volumen interesante. La acidez, perfectamente ensamblada, le aporta vivacidad. La fruta roja domina de punta a punta y deja un recuerdo muy largo, junto a ese marcado frescor. Freso y singular, pero también elegante. Un vino clave para entender el lugar.
Bodega Viñas del Nant y Fall
Este proyecto comenzó en 2010 y tuvieron su primera cosecha en 2016. “Fue una revolución para la familia y para el pueblo cuando elaboramos la primera botella de vino”, dijo Emmanuel Rodríguez, enólogo detrás del proyecto de agroturismo que abarca alrededor de 4 hectáreas y que recibe 20.000 visitantes cada año.
Dato de color: el nombre de la bodega proviene del arroyo que lleva el mismo nombre y que significa «arroyo de las cataratas» en galés.
Emmanuel captó el desafío del área con un impactante dato: «De los 31 días de marzo, enfrentamos 27 heladas«.
Nant y Riesling de Otoño
Un Riesling completamente diferente a lo que se puede probar en el resto de Argentina. Complejo en nariz con toques florales y herbáceos y un toque de albaricoque. En boca es largo, muy largo, discurre por el centro con una acidez definitivamente masticable, sorprendente, pero tiene volumen para sostenerlo, revelando un buen trabajo sobre lías de casi doce meses. el final es vibrante. Lo retamos a encontrar un Riesling más fresco y vivo que este.
Nant y Otoño Pinot Noir
Este Pinot Noir, que envejeció en barricas de 225 y 500 litros, ofrece una elegante fruta roja, con un sutil toque terroso y algo de crianza, redondeando una paleta clásica. En boca es largo y sabroso, con la acidez propia de la zona, que le da brío y mucha acidez, pero que equilibra bien por su volumen, el dulzor muy sutil de la madera y el sabor dulce y puro sensación de la fruta. Un vino complejo, elegante pero, sobre todo, súper bebible. Imposible que este vino canse.
Vinos Patagónicos
Es el proyecto pionero de la provincia: su historia comenzó a principios de la década de 1990, cuando el empresario brasileño Bernardo Weinert, propietario de Cavas de Weinert, decidió plantar viñedos en El agujeroa unos 14 kilómetros de El Bolsón.
Lo hizo tras comprobar en un mapa que la mítica región de Borgoña, en Francia, también se encuentra en el paralelo 42. Así experimentó durante unos años hasta que, a finales de esa década, decidió comprar 25 hectáreas, donde plantó variedades como Pinot Noir, Merlot y Chardonnay y Gewürztraminer.
“La variedad que amaba a Bernardo era Merlot”, recordó Yves Manche, quien forma parte de la nueva dirección de la bodega, quien se incorporó luego de adquirir la bodega en 2020, manteniendo a la histórica enóloga Elsa Guevara y sumando a Marcelo como asesor mires.
«Siempre nos gustó esta zona por la acidez de los vinos que es fundamental, y por la lenta maduración, que permite que se desarrollen los aromas», explica.
Más allá del Brut Nature Rosado
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Este espumoso 100% Merlot procede de una zona más baja del viñedo, donde hay menos sol. Y eso se percibe en nariz: muy vegetal con un toque de levadura y notas de frutos secos. En boca se perciben pirazinas, buen mousse y gran acidez. Este espumoso, sin licor de expedición y sin sulfitos añadidos, es complejo y definitivamente diferente. Vale la pena averiguarlo.
Faldeo del Epuyén Pinot Noir 2019
Pinot Noir que entrega notas de frutos rojos y negros, con un perfil más especiado y un sutil toque de trufa. Casi no hay madera (utilizan duelas). Profundo, sutil, elegante. En boca los taninos le dan textura: esto habla del frío y el viento y su impacto en el espesor de los hollejos. La acidez está muy bien integrada.
A modo de conclusión, Rosberg dejó una frase precisa para entender el espíritu de los vinos chubutenses: «El carácter o estructura no se construye sólo sobre la madurez o los taninos. También se basa en la acidez.«.
