Un gesto aparente simple e inocuo como utilizar una app en nuestro móvil puede abrir las compuertas de nuestros datos personal a una larguísima retahíla de empresas. Y para dejar claro lo expuesta que está a menudo nuestra propia privacidad en los smartphones Apple ha lanzado un spot que de manera muy cómica ilustra la invasión de «trackers» que gobiernan nuestras vidas cuando usamos determinadas aplicaciones en el teléfono móvil (algo que por supuesto no sucede en el iPhone con la nueva «App Tracking Trasnparency«).
El anuncio se abre con la escena de un joven pagando una taza de café haciendo uso presumiblemente de una app de pagos móviles. Cuando el protagonista agarra tranquilamente su café, el barista comienza a perseguirle y llega el extremo de subirse con él al mismo taxi, a cuyo conductor revela además sin prurito alguno el nombre y la fecha de nacimiento del joven.
Con cada app que el protagonista utiliza crece la horda de extraños ávidos de información personal que pululan a su alrededor. El ejército de extraños que sigue a todas partes al joven toma nota de cualquier dato por insignificante que sea (la marca de dentífrico que compra, por ejemplo, el protagonista en el supermercado).
Finalmente el protagonista llega a casa (en compañía de decenas de extraños) y, harto de la marabunta que le sigue a todas partes, saca su iPhone y desactiva el «tracking» de las apps que han estado acosándolo durante todo el día (que se esfuman mágicamente de su vivienda).
Rubricado por la agencia TBWA/MAL, la productora MJZ y el director Rupert Sanders, el anuncio constituye la última adición a la campaña de Apple «Privacy. That’s iPhone» iniciada el pasado mes de noviembre con el último objetivo de vender las bondades de la nueva «App Tracking Transparency» de la empresa de la manzana en iOS.
Más allá de esta campaña, Apple ha publicado también recientemente un informe («A Day in the Life of Your Data») en el que los de Cupertino dan cuenta paso a paso de cómo empresas de terceros rastrean la información personal de los usuarios de dispositivos móviles en webs y en apps (en un claro contraste con el iPhone, que permite al usuario mantener el control sobre el «tracking» de sus propios datos).
