La hiperinflación acabó con la ilusión del varguense de estrenar en Navidad y Año Nuevo. Una pinta para un niño está costando hasta 24 mil soberanos y un estrenos para adulto entre 17 mil y 30 mil, aún no siendo marcas reconocidas.
Gabriela Salas, dueña de establecimiento, expresó que los precios de la ropa de niño subían semanalmente y que estaban entre 20 mil soberanos a 24 mil. Destacó que con la situación país era imposible comprar una pinta para estrenar en diciembre debido a los altos precios. “No puedo vender a precio regulado. Los proveedores venden caro y tengo que ganarle el 30% que me corresponde”.
Afirmó que a su establecimiento los clientes llegan pidiendo que le venda en dólares. “No puedo vender en dólares. Yo no manejo esas divisas, además temo que por estar vendiendo en esa moneda se vea perjudicado mi negocio”.
Precio justo ataca a comerciantes de ropa
Salas manifestó que la situación es cada vez más difícil. “No sé cómo mantener mi negocio. Al hacer la relación de la mercancía vendida, resulta que no puedo pagar el impuesto”. Indicó que actualmente está pagando 22 mil soberanos de impuesto debido al aumento salarial. “A veces no vendo ni una prenda, porque la gente utiliza su dinero para comer. Las ventas han bajado”.
Nathaly Rodríguez, dueña de comercio de ropa de adultos, reiteró que “ahora los impuesto subieron. El Gobierno tomó como referencia el petro y los más perjudicados somos nosotros, el pueblo”.
Explicó que teme verse en la obligación de cerrar, ya que no vende nada y los impuestos se comen la ganancia. “Tengo prendas en 4.000 soberanos. Las franelas las tengo en 5.000. No puedo ofrecerlas más económicas, pues es mi único sustento, además debo pagar altos impuestos”.
Clientes sin estrenos
Hilda Volqué destacó que “el aumento del salario es el daño más grande que puede hacerle el Gobierno al pueblo. Ya no podremos comprar estrenos ni regalos de Niño Jesús. El salario no alcanza para nada”. Afirmó tener tres profesiones y no cobrar lo suficiente para satisfacer sus necesidades. “Es injusto que una profesional no pueda tener sueldo digno”.
Henderson Rada lamentó que “ya no se puede comer, mucho menos vestir. El Gobierno se hace de la vista gorda” Resaltó que implementar los precios justos no ha generado ningún cambio, pues “todo empeora y ya no hay remedio”.
María Torres rechazó el aumento. “No estoy de acuerdo con el aumento. Cada vez que decretan un nuevo aumento todo se dispara”. Lamentó que sus niños no podrán tener estrenos ni regalos. “Solo le pido a Dios que les de salud a mis niños. Seguro se sentirán mal el 24 de diciembre al no recibir un regalo”. Añadió que seguirá luchando para que esta Navidad no sea tan mala para sus hijos.
