Con know how y una costumbre, en Venezuela buscan modernizarse, se conformó una regional de Aapresid en el país venezolano con el fin de impulsar la producción de granos.
El know how argentino no tiene fronteras, especialmente si se habla de agricultura. El modelo de producción local se expande por varios países del mundo. Y la Siembra Directa, una de las técnicas, que nació precisamente en Argentina, se extendió a varias partes del mundo.
En este caso, recientemente en Venezuela se abrió una conformada por 10 productores agropecuarios que trabajan cultivos como el arroz, maíz, poroto mungo, caña de azúcar y soja.
Uno de los impulsores de esta iniciativa fue Hernán Torre, un argentino nacido en Córdoba, quien desde 2007 iba todos los años a Venezuela, y en septiembre de 2010, ya se quedó definitivamente.
Es licenciado en Administración pero narró que comenzó a trabajar en Monte Buey arriba de un tractor. y lo empezamos a aplicar en el 86 siempre estuve relacionado al campo. “Cuando llegué a Venezuela, me encontré con que el país está 30 años atrasado. Había muchos subsidios”.
Según ejemplificó, un productor producía apenas dos toneladas de maíz y ganaba mucha plata. “Era por una una cuestión de control de precio, era todo ficticio, no hasta que todo eso termina reventando en el 2018. La economía no da más, se destruyó el sector bancario, se terminó el financiamiento y el sector agropecuario quebró. Y ahí se libera el mercado y ya el Gobierno no subsidia más”, sostuvo. “El productor, con 20 años de subsidio, no tiene capacidad de enfrentar ese cambio tan brusco porque no lo entiende. Entonces la mayoría de los productores quedan por fuera”, agregó.
Venezuela siembra -de un potencial de 24 millones de hectáreas agrícolas- sólo 220.000 hectáreas de maíz, 17.000 hectáreas de soja, 60.000 hectáreas de arroz y 40.000 hectáreas de frijol. La región más importante es el estado de Portuguesa, donde también hay varias fábricas de harina de maíz.
La producción de maíz alcanza 850 mil toneladas pero la demanda es de 1,4 millones de toneladas. En soja el país venezolano demanda unas 900.000 toneladas, y solo producen unas 40.000 toneladas.
“Tenemos que importar pero eso da una ventaja al productor porque recibe el mismo valor que a la industria le cuesta importar eso. Entonces, el precio interno es el valor de precio de Chicago más el flete internacional, costos comerciales, entre otros, lo que da un 30 a 40 por ciento arriba del precio de Chicago”, describió.
Iniciativa
“Son pocos los productores que creen en la eficiencia, están todos esperando que los demás le resuelvan los problemas”, reflexionó.
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