El año pasado, los minoristas de ropa como Gap Inc. y Urban Outfitters lucharon contra un excedente de inventario , lo que los obligó a realizar grandes descuentos en los artículos. Este verano, informaron ventas más fluidas, lo que redujo considerablemente la necesidad de recortes de precios agresivos. Sin embargo, a medida que se acerca la temporada de compras navideñas, los ejecutivos minoristas expresan cautela sobre la demanda de los consumidores.
Los minoristas dudan en etiquetar esto como una tendencia constante debido a factores económicos como el aumento de los precios de los alimentos y la gasolina, la reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles y el aumento de los costos de endeudamiento que presionan el gasto de los consumidores. Además, “John Kernan, analista de TD Cowen, dijo en una entrevista la semana pasada que como los precios de los productos básicos aún eran altos, las cadenas de ropa barata estaban preparadas para hacer más negocios. Pero no se puede decir lo mismo de prácticamente ningún otro lugar”.
Según una encuesta de TD Cowen, el 52% de los participantes estadounidenses planea mantener o aumentar el gasto en vacaciones respecto al año pasado, a pesar de que el 60% espera una recesión pronto. Una encuesta separada de Wedbush descubrió que el 47% de los consumidores estadounidenses pretenden reducir el gasto en regalos este año; sin embargo, el porcentaje que planea regalar ropa o calzado aumentó al 58%, posiblemente debido a una disminución en el gasto en regalos de alto costo, como los electrónicos.
Nikki Baird, vicepresidenta de estrategia de Aptos, atribuye el aumento de la demanda de ropa para climas fríos al cambio climático y a la próxima temporada navideña, como señaló Burlington Stores Inc. También señala que la falta de productos electrónicos de alto interés puede desplazar las compras hacia la ropa.
Los consumidores con ingresos disponibles adicionales pueden anticipar períodos prolongados de precios por debajo del estándar. Los minoristas, por otro lado, enfrentan presiones financieras a medida que la capacidad de aumentar los precios se convierte en un desafío. El analista de TD Cowen, John Kernan, sugiere que las cadenas de descuento podrían florecer mientras otros minoristas luchan.
Las tendencias minoristas también se vieron afectadas el año pasado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que incrementó los precios de los alimentos y desplazó la atención de los consumidores hacia los productos básicos, lo que afectó las ventas de ropa. Esto llevó a los minoristas a rebajar los artículos no vendidos para hacer espacio para un inventario más demandado, una tendencia que Kernan cree que podría estimular una temporada de fuertes promociones.
Los datos de la firma de análisis del tráfico minorista Placer.ai destacan que las cadenas de ropa de descuento como TJ Maxx y Marshalls experimentaron un mayor tráfico peatonal en el tercer trimestre. Esto contrastó con la caída observada por los principales minoristas como Target y Walmart y provocó un aumento en el precio de las acciones de varios minoristas de ropa después de que los resultados trimestrales superaron las expectativas, incluso después de un impulso de las compras de regreso a clases.
Cadenas como Gap y Urban Outfitters han informado de desarrollos mixtos. Mientras que Gap informó una mejor actividad promocional y un ligero repunte en las ventas de Old Navy, Urban Outfitters citó menores rebajas en sus productos. Sin embargo, ambas cadenas moderaron las expectativas para el crítico trimestre navideño.
Datos gubernamentales recientes indicaron una ligera caída en las ventas minoristas y de servicios alimentarios en Estados Unidos en octubre respecto a septiembre, pero un aumento interanual del 2,5%. Las ventas de ropa se mantuvieron estables, pero mostraron un aumento interanual marginal del 0,8%.
La próxima temporada navideña está marcada por incertidumbres económicas, lo que lleva a los consumidores a inclinarse hacia regalos menos costosos. Los minoristas pueden aprovechar esta tendencia de «comercio a la baja» ofreciendo precios competitivos. Sin embargo, este entorno presiona los márgenes de los minoristas, desafiando el crecimiento de sus ventas en medio de un enfriamiento de la inflación y un tráfico fluctuante en las tiendas.
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En general, el panorama minorista enfrenta un período de mayor incertidumbre, lo que dificulta predecir el comportamiento del consumidor en medio de posibles recesiones, tasas de interés en aumento y pagos de préstamos estudiantiles inminentes.
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